En Jama, Pedernales, Manta, Puerto López y otras caletas pesqueras esta “rara especie” de pez también aparece en las redes y anzuelos.

Wilmer Franco tiene más de 30 años pescando camarones frente a las costas de Crucita, en Portoviejo.

Franco dijo que ha capturado camarones mordidos. Sus redes también han sufrido daños.

“Dicen que es la cobia que realiza esos daños. Es preocupante”, expresó Franco.

Gabriela Cruz, presidenta de la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras del Ecuador (Fenacopec), indicó vía telefónica que la cobia no solo está en las costas manabitas, sino que se extendió a otras provincias como Guayas.

PROYECTO.  La cobia fue introducida a inicios de este año como parte del proyecto de maricultura, mar adentro. La iniciativa está a cargo de la empresa  Ocean Farm S. A. que tiene tres jaulas ubicadas a nueve millas de las costas de Jaramijó.

Según un informe del Ministerio del Ambiente, la gravedad del incidente radica en que la cobia es una especie oportunista que devora todo a su paso.

“En consecuencia, recursos como el camarón, corvinas y otros peces pelágicos nativos se encuentran amenazados”, señala el comunicado. 

En entrevista para diario Expreso publicada el miércoles 7 de octubre, Jorge Romero, subsecretario de Acuacultura, dijo que la cobia no es una amenaza y que los mares del país no facilitan su reproducción, por la temperatura del agua.

En cuanto al número de cobias que se escapó, señaló que eso se sabrá en los próximos días, pero que en la jaula con hueco había 70 mil cobias. 

Explicó que se trata de una especie que busca aguas cálidas, que es migratoria y que no se quedará en los mares del país.

Agregó que es un pez que se cultiva en varios países, tiene un rápido crecimiento y un buen precio en el exterior. 

Romero dijo que las cobias que escaparon tienen cinco meses de vida, que para reproducirse necesitan tener tres años y que además ponen huevos solo cuando el agua está por lo menos a 30 grados centígrados, una temperatura a la que no llegan las aguas ecuatorianas.

Para evitar más escapes pondrán un segundo cerco en las jaulas, para tranquilidad de los pescadores.

Los representantes de Ocean Farm se reunieron con las autoridades de acuacultura y anunciaron que pagarán dos dólares por cobia pescada.