Salvador Quishpe, prefecto de la provincia de Zamora Chinchipe, quien participa en la “marcha por la vida y la dignidad”, dijo que el presidente Rafael Correa en sus ocho años y medio en el poder sólo ha beneficiado a los sectores poderosos, pese a que se define como un gobernante de izquierdas, indicó.

“Basta ya de decir que los indígenas están con la derecha y que estamos financiados por la derecha (...). La derecha está en Carondelet (el palacio de Gobierno)”, aseguró Quishpe al insistir en que los indígenas permanecerán movilizados “el tiempo que sea necesario”.

Carlos Pérez, presidente de la Ecuarunari, dijo que la protesta podría ser indefinida si el gobierno no rectifica varias de sus políticas.

Añadió que ese levantamiento se sumará al “paro nacional” o huelga general convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) para el próximo jueves y que es criticada por otros gremios de trabajadores afines al oficialismo.

Ayer la marcha ya había llegado al sur de Quito. Hoy esperan llegar hasta el centro de la ciudad.

En Guayaquil, el líder del movimiento CREO, Guillermo Lasso, manifestó su respaldo a la marcha indígena. 

“El 13 estoy convocando a que nos reunamos en el parque Centenario a las 17h00, caminaremos por toda la avenida 9 de Octubre hasta llegar al Malecón”, anunció Lasso.

Gobierno. En tanto, la Coordinadora de Movimientos Sociales ratificó para hoy una marcha a favor del gobierno.

El asambleísta Rodrigo Collahuazo dijo que las comunidades indígenas de Quito han decidido apoyar al Gobierno e impulsar el diálogo.

La concentración será hoy en el parque del Itchimbía, centro de Quito, y de ahí se movilizarán hasta la Plaza Grande, pasando por la Asamblea Nacional.

Por otro lado, varias organizaciones montubias y campesinas del país se reunieron con Ricardo Patiño para unirse el diálogo nacional propuesto por el Gobierno. 

Mientras el presidente Rafael Correa hizo un llamado a los ecuatorianos a “indignarse” y rechazar la violencia y los paros ilegales.

El primer mandatario recordó que ese día “todos deben trabajar con más amor”. 

“¡Ya basta! No permitamos esas prácticas del pasado”, expresó el jefe de Estado.