Senna, que anunció esta semana su intención de colgar las botas en noviembre cuando termine la temporada, dijo que como futbolista le duele mucho que pasen cosas así, porque mancha "innecesariamente" la imagen de un deporte al que lleva dedicado casi dos décadas.

"Nos gustaría que no hubiese este tipo de escándalos. Nosotros los jugadores tenemos que confiar en las personas que gestionan, pero ahora que se ha descubierto todo hay que hacer una limpieza", insistió el centrocampista.

El escándalo de la FIFA estalló a finales de mayo pasado después de que la justicia estadounidense presentó cargos contra varios dirigentes del máximo organismo del fútbol mundial acusados de corrupción y blanqueo de dinero.

La acusación se conoció días antes de la reelección de Joseph Blatter como presidente de la FIFA, pero poco después comunicó su decisión de renunciar y convocar un nuevo congreso extraordinario, que todavía no tiene fecha, para elegir a un sucesor.

"No tengo preferencia" por ninguno de los candidatos, añadió Senna, quien reiteró que ahora lo único que importa es que los próximos dirigentes tengan claro que "hay que darle la vuelta a la tortilla".

Al margen de la investigación abierta en Estados Unidos, la fiscalía suiza también desarrolla otra sobre un posible comportamiento irregular de algunas personas en relación a los procesos de adjudicación de los mundiales de 2018 y 2022. EFE