El hombre estaba internado en el segundo piso de la Clínica del Sol de Manta. Después de 16 días de agonía dejó de existir, aproximadamente a las 15h00.
En los pasillos de la clínica se vivieron escenas de dolor por la muerte del trabajador. Familiares y amigos llegaban para comprobar el deceso de Bonilla.
Hasta el lugar llegó personal de Criminalística, quienes llevaron el cuerpo hasta el Centro Forense para practicarle la autopsia.
El levantamiento del cadáver lo realizó el fiscal de turno, Alfonso Vélez. Los restos de Bonilla fueron llevados hasta el barrio 15 de Septiembre para su velación.
Según familiares, el hombre dejó de existir por las secuelas que le produjo la inhalación de amoníaco. Agregaron que la compañía para la que trabajaba estaba cubriendo los gastos médicos y también cubrirá la mortuoria.
>Hijos. Carlos Bonilla Gudiño tenía 34 años, era casado y deja tres hijos menores de edad en la orfandad. Era oriundo del cantón Muisne de la provincia de Esmeraldas, pero vivía en el barrio 15 de Septiembre.
>Antecedentes. La fuga de amoníaco se produjo el 23 de abril aproximadamente a las 07h30, en el barco “Betty Elizabeth”, que estaba acoderado en el Puerto de Manta. El accidente ocurrió cuando los hombres trabajaban desembarcando pescado.
En la fuga del gas resultaron afectadas aproximadamente 20 personas que fueron llevadas a distintas casa de salud. Cuatro obreros murieron aquél día. Bomberos, Policía, Cruz Roja, Capitanía del Puerto y Secretaría de Gestión de Riesgos acudieron a la emergencia. Hay varios heridos todavía hospitalizados.