El comercio y el turismo han sido los mayores afectados por las manifestaciones de los campesinos que iniciaron hace nueve días. 

Pérdidas. Las secuelas de afectación hacia la frontera con Ecuador son considerables, dijo a Radio La Ciudadana Laura Mafla, gobernadora de la provincia del Carchi.

La autoridad provincial estimó que el comercio ecuatoriano en la línea fronteriza del Puente Internacional de Rumichaca, en los primeros 4 días de paralización colombiana, sufrió pérdidas superiores a los 4 millones de dólares. "Estamos evaluando constantemente la situación, tanto con empresarios del comercio y del transporte, así como con autoridades locales militares y policiales", manifestó la funcionaria. 

A estas pérdidas económicas se suma el hecho de que al menos 36 ecuatorianos están retenidos en Colombia. En ese grupo se encuentran 9 mantenses, quienes permanecen en el albergue Postobón de la ciudad de Pasto, Colombia. 

Los manabitas viajaron a ese país a participar de dos eventos culturales internacionales y están desesperados por regresar. 

Anoche. El municipio de Tunja, capital del Departamento de Boyacá fue escenario de un cacerolazo contra el gobierno al que piden apoyo para los campesinos que protagonizan una huelga indefinida, desde hace 9 días. Estuvieron tres horas en las calles y reconocieron que la situacion está provocando desabastecimiento de productos básicos.

La huelga que ayer entró en su segunda semana sin que el gobierno encuentre una solución para frenar los bloqueos de carreteras y desórdenes en varias partes del país, ha dejado cinco muertos, una desaparecida, decenas de heridos y 220 detenidos. 

Tras esta marcha el presidente Juan Manuel Santos se trasladó en helicóptero a Tunja acompañado por los ministros de Agricultura, Francisco Estupiñán, y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Diego Molano, así como por el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, y el director de la Policía, general Rodolfo Palomino con  el fin de dialogar con con el gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados, y con líderes de la protesta campesina.

La ONU llama a la calma y al diálogo.- Un llamado a la calma y a los diálogos hizo ayer la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al referirse al paro agrario que completó una semana. La Oficina destacó los esfuerzos del Estado y de los campesinos para encontrar soluciones pacíficas a la huelga convocada por sectores agrarios. Agrega que el organismo ha trabajado en varios sitios del país junto con el Estado, los campesinos y los mineros "con el fin de alcanzar acuerdos".