Padre condenado a cadena perpetua en Inglaterra por el asesinato de su hijo recién nacido

El Tribunal de la Corona de Bristol condenó a cadena perpetua a Daniel Gunter, de 27 años, por asesinar brutalmente a su hijo prematuro en Somerset, Inglaterra.
Tribunal de Bristol dicta condena máxima a hombre que mató a su hijo recién nacido
Tribunal de Bristol dicta condena máxima a hombre que mató a su hijo recién nacido
Tribunal de Bristol dicta condena máxima a hombre que mató a su hijo recién nacido
Tribunal de Bristol dicta condena máxima a hombre que mató a su hijo recién nacido

Gabriela Mantuano

Redacción ED.

Gabriela Mantuano

Redacción ED.

Nací en Manta, Manabí, el 24 de julio de 1989. Licenciada en Ciencias de la Comunicación en la UL... Ver más

La Justicia del Reino Unido sentenció este viernes a cadena perpetua con un mínimo de 20 años de cárcel a Daniel Gunter, de 27 años, declarado culpable del asesinato de su hijo recién nacido, Brendon Staddon, ocurrido el 5 de marzo de 2024 en el Hospital del Distrito de Yeovil, Somerset (Inglaterra).

Bebé nació prematuro

El pequeño Brendon nació prematuramente a las 33 semanas de gestación, con un peso de 1,83 kilos. A pesar de los cuidados médicos, el bebé murió tras sufrir lesiones catastróficas en la cabeza, cuello, torso y extremidades. Los expertos compararon el daño con el impacto de una caída desde varios pisos de altura.

El hallazgo del recién nacido se produjo alrededor de las 04h00, cuando su madre, Sophie Staddon, notó que el niño estaba frío en su cuna e informó al personal de enfermería. A pesar de los esfuerzos de reanimación, el bebé fue declarado muerto a las 04h59. Según los reportes, ambos padres salieron del área de cuidados para fumar mientras médicos y enfermeras intentaban salvar al niño.

Durante el juicio celebrado en el Tribunal de la Corona de Bristol, el juez Swift calificó el ataque como “premeditado” y recalcó que el acusado no pidió ayuda pese a que el personal hospitalario se encontraba cerca. Subrayó además que Brendon era una víctima “altamente vulnerable” que murió en un entorno donde debía estar protegido.

La absolución de la madre del recién nacido

La madre, Sophie Staddon, de 21 años, también fue procesada bajo cargos de causar o permitir la muerte del menor, pero fue absuelta por el jurado al determinar que no tuvo participación directa en el ataque. El juez señaló que la violencia mortal fue ejercida únicamente por Gunter.

Las investigaciones revelaron un entorno familiar marcado por la inestabilidad. Gunter mantenía un comportamiento controlador hacia la madre y dudaba de su paternidad biológica. Testimonios del personal sanitario confirmaron que el acusado desobedecía constantemente las instrucciones médicas: retiraba al bebé de la incubadora sin permiso, lo sobreestimulaba, le quitaba la sonda nasal y lo trataba con brusquedad.

Antes del nacimiento, los servicios sociales ya habían considerado retirar la custodia de la pareja debido a su historial. Sin embargo, el bebé permaneció bajo el cuidado de sus padres hasta el trágico desenlace.

El impacto en la familia y en la comunidad

La muerte de Brendon afectó profundamente a ambas familias. Los abuelos maternos y paternos lo describieron como un niño “perfecto” y “hermoso”, recordando con dolor los pocos días que pudieron compartir con él. En declaraciones a los medios, expresaron que la pérdida les arrebató momentos irreemplazables como sus primeras sonrisas, pasos o palabras.

La familia organizó un funeral íntimo para despedir al bebé, aunque señalaron que la herida emocional permanecerá para siempre. El caso generó indignación en Somerset y en todo el Reino Unido, al tratarse de un asesinato cometido dentro de un hospital.

La policía de Avon y Somerset calificó el crimen como “absolutamente horrible”, destacando que casi ninguna parte del cuerpo del menor quedó intacta. Por su parte, el hospital de Yeovil y las agencias de protección infantil informaron que están revisando protocolos para identificar posibles fallos en la protección del menor.

Argumentos de la defensa y resolución judicial

La defensa de Gunter argumentó que el acusado tenía un coeficiente intelectual bajo, un carácter inmaduro y una infancia marcada por dificultades, aunque sin antecedentes penales graves. Sin embargo, la fiscalía subrayó la intención clara de matar al bebé, evidenciada en la brutalidad del ataque.

El tribunal dictaminó finalmente la cadena perpetua, estableciendo un mínimo de 20 años de cárcel antes de que Gunter pueda solicitar la libertad condicional.

Un caso bajo revisión institucional

El crimen ha abierto un debate en Reino Unido sobre la eficacia de los mecanismos de protección infantil y el papel de los servicios sociales en situaciones de riesgo. El Ministerio de Salud y las autoridades regionales señalaron que reforzarán los protocolos de vigilancia en familias con antecedentes de vulnerabilidad.

La condena contra Gunter se suma a otros casos recientes de violencia intrafamiliar que han conmocionado al país y que han puesto en el centro del debate público la necesidad de mayores recursos para la prevención de abusos infantiles.

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