El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó este lunes que el periodista Miguel Mora, considerado un “preso político” del Gobierno del presidente Daniel Ortega, se encuentra en huelga de hambre, en reclamo por que se le permita ver a su hijo, con quien no se reúne desde junio de 2021, cuando fue capturado.
“La desesperación de Miguel ha crecido de tal manera, que ha decidido llevar una huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, para seguir demandando y exigiendo su derecho de encontrarse con su hijo Miguelito, quien a causa de ese distanciamiento forzado, está presentando repercusiones en su salud mental y emocional”, informó el Cenidh, con base en una declaración de la esposa de Mora, la también periodista Verónica Chávez.
El hijo del periodista es un joven de 22 años, quien tiene discapacidad motora, y quien no ha podido ver a su papá, preso desde hace 13 meses, y condenado a 13 años de prisión por el delito de “menoscabo a la integridad nacional”.
Mora, dueño del canal de televisión 100 % Noticias, confiscado por el Gobierno en diciembre de 2021, fue capturado en junio de 2021, luego de que anunció su interés en ser candidato a la Presidencia en las elecciones de noviembre pasado, en las que Ortega resultó elegido con sus adversarios en prisión o en el exilio.
El Cenidh sostuvo que “el régimen Ortega Murillo está cometiendo en este caso una doble tortura: la ejecuta contra Miguel Mora dentro del Chipote (una cárcel de la Policía Nacional) y la que está causando con daños irreversibles en Miguelito, un niño discapacitado”.
El caso de Mora se enmarca en la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde 2018, cuando una serie de ataques de las fuerzas gubernamentales redujeron masivas protestas antigubernamentales, lo que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dejó al menos 355 muertos, cientos de miles de exiliados, y más de 190 “presos políticos” que no han sido liberados.
El Cenidh advirtió que “la vida de Miguel Mora corre peligro” y reclamó que “el régimen Ortega Murillo tiene que dar respuesta a su demanda completamente legítima”.
Ortega, quien ya ha reconocido 200 víctimas mortales en 2018, sostiene que las protestas de ese año fueron en realidad un “golpe de Estado fallido”, e insiste en que los “presos políticos” son unos “hijos de perra” de Estados Unidos.