La pandemia del coronavirus y la actual guerra de Ucrania están generando el escenario idóneo para aumentar los casos de insomnio entre la población, según han avisado diversos expertos en el encuentro digital ‘El COVID, sus daños colaterales: el insomnio, su tratamiento y su impacto en la salud mental’, organizado por Europa Press.
Se trata de un “problema” de salud pública si se tiene en cuenta que el insomnio es uno de los trastornos del sueño que más consultas provoca en los centros de Atención Primaria y especializada, y está caracterizado por la incapacidad para iniciar y/o mantener el sueño, así como por la presencia de un despertar precoz o sueño no reparador, repercutiendo en gran medida en el rendimiento diurno de los sujetos.
Además, el insomnio puede desencadenar múltiples trastornos que afectan a la calidad de vida y la capacidad laboral, con el consiguiente riesgo de accidentes y bajas laborales, así como aumentar el riesgo de aparición de enfermedades como la diabetes y otros problemas cardiovasculares. En niños y adolescentes, contribuye en gran medida al fracaso escolar.
“Se está originando la tormenta perfecta. Venimos de una situación de Covid-19 y ahora estamos en medio de una guerra que, sí o sí, va a afectar a la economía de todas las familias y esto provoca unas angustias que, al final, afectan al sueño”, ha señalado el presidente del Foro Español de Pacientes, Andoni Lorenzo.
De hecho, el jefe de servicio de jefe del Servicio de Neurofisiología y la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Universitario La Ribera (Alzira), Javier Puertas, ha advertido de que durante la pandemia se ha pasado de tener un 20 por ciento de la población con algún síntoma de insomnio a un 60 por ciento. Además, el 41 por ciento de la población sufre de problemas de sueño como efecto colateral del coronavirus, especialmente las mujeres y los profesionales sanitarios.
Sin embargo, y pese a todo ello, los expertos, entre los que se encontraban el presidente de Asociación Española de problemas del Sueño (ASENARCO), Virgilio Vicente, han lamentado la falta de recursos con los que cuenta el Sistema Nacional de Salud para hacer frente a este problema.
Y es que, según se ha recordado durante el encuentro, la dotación de profesionales que trabajan en el campo de la salud mental en España está muy por debajo de la de otros países de la Unión Europea. Actualmente hay seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 que son la media en la Unión Europea. Lo mismo ocurre con los profesionales de la Psiquiatría, donde hay 9,69 profesionales por cada 100.000, lo que sitúa a España lejos de países como Francia (20,91), Bélgica (20,06) o Suecia (19,12).
“Entre un 20 o un 25 por ciento de las personas tiene un problema de salud mental y en el sistema sanitario público sólo se trata a menos de un tres por ciento porque no hay profesionales”, ha lamentado el periodista de ‘El País’ Pablo Linde. Estas declaraciones han sido corroboradas por el presidente del Foro Español de Pacientes quien ha destacado la necesidad de reforzar la Atención Primaria y, en concreto, dotarla de más psicólogos clínicos.
Frente a todo ello, en el encuentro se ha puesto de manifiesto la puesta en marcha del Plan de Acción 2021-2024 de Salud Mental, el cual estará dotado de 100 millones de euros y que, según ha recordado la portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista, Ana Prieto, contará con un teléfono 24 horas para ofrecer atención y apoyo ante la conducta suicida, el cual “verá la luz en los próximos meses”.
“Hay que responder con firmeza a los problemas de salud mental y más cuando la crisis ha tenido un gran impacto. Para el desarrollo de la Estrategia de Salud Mental y del plan hemos contado con la participación de todas las comunidades autónomas y actores implicados”, ha zanjado Prieto.