El feroz intercambio de fuego entre Israel y la Yihad Islámica Palestina (YIP) marcó hoy su segunda jornada con constantes ataques en ambas direcciones, sin indicios de un alto el fuego y un aumento incesante de las víctimas, que se elevaron a 24 muertos -todos palestinos- y más de 220 heridos.
Lo que comenzó el viernes como una “ofensiva preventiva” israelí mediante ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, se ha convertido en el repunte de violencia más grave en la zona desde la escalada de violencia de 2021.
Desde temprano por la mañana de hoy y durante toda la jornada, las alarmas antiaéreas no pararon de sonar en las comunidades israelíes colindantes con Gaza debido al incesante lanzamiento de cohetes por parte de la Yihad.
Desde el disparo el viernes de los primeros proyectiles en respuesta al ataque israelí, se estima que el grupo islamista ha lanzado ya más de 350 cohetes, que en su gran mayoría impactaron en áreas abiertas o fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea israelí Cúpula de Hierro.
El Ejército israelí, por su parte, continuó bombardeando a lo largo y ancho de la Franja, incluyendo un devastador ataque que destruyó un edificio residencial de cinco pisos.
Entre los objetivos alcanzados figuran además instalaciones presuntamente utilizadas por la YIP para la fabricación y almacenamiento de armamento, puestos de control militar y sitios desde donde se lanzaban cohetes, atacados mediante drones, helicópteros y aviones de combate.
El incidente más grave de la jornada tuvo lugar en la ciudad de Yabalia, en el norte de Gaza, donde murieron al menos cinco niños palestinos y un adulto. Mientras que la YIP dijo que se trató de un ataque israelí, Israel dijo tener pruebas fehacientes de que se trató de un lanzamiento fallido de un cohete por parte del grupo palestino.
Entre el total de fallecidos hasta el momento, la YIP contabilizó a seis de sus miembros, incluyendo a Taysir al Yabari, su número dos en Gaza, líder de su brazo armado en la zona centro y norte del enclave y víctima de un ataque selectivo israelí que dio comienzo ayer a la actual escalada.
Otro alto cargo de la organización, Jáled Mansur, fue objetivo hoy de otro ataque israelí, aunque por el momento no se confirmó su estado de salud.
Ese ataque selectivo del viernes contra Al Yabari alcanzó también a miembros de una célula de la YIP que según el Ejército israelí se disponía a llevar a cabo un ataque contra civiles como respuesta al arresto de uno de los líderes de la organización el pasado lunes.
Esta posible respuesta fue considerada por Israel como una “amenaza inminente” y motivo suficiente para comenzar el viernes la actual ofensiva.
Si bien las autoridades israelíes insisten en que su ofensiva es únicamente contra el Yihad Islámica y no contra el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja, uno de los bombardeos de este sábado causó la muerte de un miembro de las Brigadas Al Qasam, brazo armado de Hamás.
El grupo aún no ha respondido a la muerte de su miliciano ni se ha sumado a la respuesta armada de la YIP a la ofensiva israelí, algo que, de suceder, podría escalar significativamente el conflicto.
Otro de los elementos que podría agravar la situación es la continuidad de los ataques por parte de la Yihad hacia el centro de Israel, tras el lanzamiento hoy de una serie de cohetes contra las ciudades de Tel Aviv y Modiín, que representaron un cambio de tendencia respecto a los lanzamientos previos, concentrados casi exclusivamente en las localidades colindantes con Gaza.
Además de las víctimas mortales registradas hasta el momento, los servicios de emergencia palestinos informaron de 203 personas heridas en Gaza, incluyendo a casi un centenar de menores, 30 mujeres y 12 adultos mayores.
Israel, por su parte, contabiliza unos 20, entre los que figuran varias personas heridas mientras corrían a los refugios antiaéreos y dos soldados heridos por el impacto de un cohete.
Por otra parte, la situación humanitaria en la Franja se ha agravado notablemente en las últimas horas, sobre todo tras la interrupción del funcionamiento de su única central eléctrica, lo que limita el suministro de energía a cuatro horas diarias y amenaza con afectar el funcionamiento de servicios básicos incluidos los hospitales y centros de salud.
Aunque han trascendido informaciones sobre intentos de mediación por parte de Egipto y las Naciones Unidas, medios locales destacan que aún no hay ningún indicio para pensar en un alto el fuego inminente.
De hecho, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, dijo hoy que “las actividades operativas contra los perpetradores del terrorismo continuarán y se intensificarán”, en referencia a la continuidad de la ofensiva sobre Gaza.
La actual operación, agregó, “tiene como objetivo eliminar la amenaza que representa la organización terrorista Yihad Islámica y restaurar la paz y la estabilidad en el sur de Israel”.
Israel considera que los vínculos de la Yihad Islámica Palestina con Irán convierten al grupo en un satélite de Teherán, que es visto por el Estado judío como una amenaza existencial.