Los hospitales públicos de Ecuador enfrentan una doble crisis: la falta de medicinas e insumos y un déficit de aproximadamente 6 milmédicos. Así lo anunció la Federación Médica Ecuatoriana (FME). Esta carencia afecta principalmente especialidades críticas como cuidados intensivos, neonatología, neurocirugía, cardiología y traumatología. Aquello compromete la atención oportuna a pacientes en todo el país.
Santiago Carrasco, presidente de la Federación, señaló que la escasa oferta académica en universidades públicas es una de las principales causas de esta brecha. “Los médicos deben autofinanciar sus posgrados, que cuestan entre 40 y 50 mil dólares. Muchos optan por formarse en el exterior y pocos regresan”, explicó Carrasco.
Falta de médicos se siente a nivel nacional
Esta situación agrava la falta de especialistas en el sistema de salud pública. En la red del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el déficit asciende a 4.800 médicos, según datos internos. Esto mantiene inoperativas cerca de 200 camas hospitalarias, limitando la capacidad de atención. Edgar Lama, presidente del Consejo Directivo del IESS, informó que se realiza un análisis para determinar las necesidades exactas y aumentar la capacidad operativa.
“Esperamos duplicar la capacidad en poco tiempo”, afirmó Lama. Sin embargo, también reconoció irregularidades en el cumplimiento de horarios por parte de algunos profesionales. “Hay médicos que trabajan solo una o dos horas. Estamos exigiendo atenciones completas”, añadió.Los tiempos de espera reflejan la gravedad del problema.
Falta de insumos y la infraestructura limitada
Según reportes del IESS, los pacientes esperan en promedio 40 días para obtener un turno médico, y en algunas especialidades, como cardiología o traumatología, la demora puede superar los 70 días. Esta situación genera preocupación entre los usuarios, quienes enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud oportunos.El déficit de médicos se suma a otros desafíos estructurales del sistema de salud ecuatoriano, como la falta de insumos y la infraestructura limitada.
La FME ha instado al Gobierno a invertir en formación médica, aumentar los recursos para universidades públicas y crear incentivos para que los especialistas permanezcan en el país. Mientras tanto, el IESS trabaja en estrategias para optimizar los recursos humanos disponibles y mejorar la eficiencia operativa. Las autoridades aún no han anunciado un plan integral para abordar esta crisis, pero la presión ciudadana y de los gremios médicos crece.