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David de Gea fue el gran protagonista del triunfo del Manchester United en casa del West Ham, remontando el tanto de Said Benrahma con goles de Cristiano Ronaldo y Jesse Lingard en el minuto 90, antes de que el portero español detuviese un penalti cinco años después en el tiempo añadido.

Hasta el técnico Ole Gunnar Solskjaer saltó al césped del estadio Olímpico de Londres al final del partido para felicitar a De Gea. Todos sus compañeros del Manchester United le abrazaban, héroe de la tarde al detener con su estirada, a su lado izquierdo, el lanzamiento de Mark Noble. La leyenda del West Ham, que saltó al césped para chutar la pena máxima, había marcado en sus diez últimos lanzamientos.

De Gea llevaba, entre partidos y tandas de penaltis en su carrera, 40 lanzamientos sin salir vencedor. Cinco años desde que le detuvo un penalti a Romelu Lukaku. Se desquitó en el minuto 94, para dar al Manchester United su cuarto triunfo en la Premier, el tercero consecutivo, y mantener el ritmo en cabeza que impone el Liverpool.

Llegaba el Manchester United a la cita tras el desgaste europeo y una dura derrota de digerir ante el Young Boys en el estreno en Liga de Campeones. Se produjo por un grave error en una cesión de Lingard, hoy, suplente y luego decisivo con un gol para enmarcar. En el minuto 80, recibió el balón esquinado y colocó de diestra el balón en la escuadra para dar la vuelta al partido.

El West Ham se había adelantado con un disparo de Benhrama que desvió Varane y fue imparable para De Gea a la media hora de partido. Cristiano Ronaldo, quién si no, empató el encuentro cinco minutos después con su cuarto gol en tres partidos con el Manchester United. Remató el centro de Bruno Fernandes y aprovechó el rechace para extender su buena racha.

En un encuentro vistoso, de ida y vuelta, en el que la madera evitó el tanto de Bruno Fernandes, perdonó Bowen la más clara y se impusieron los porteros De Gea y Fabianski. Se desequilibró con la entrada desde el banquillo de Jadon Sancho y Lingard. Su golazo parecía decidir el choque a un minuto del final hasta que en el añadido una mano de Shaw provocaba la intervención del VAR y el protagonismo de un salvador De Gea.