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A once días de visitar el estadio Santiago Bernabéu para enfrentarse al Real Madrid, Kylian Mbappé sacó músculo frente al Saint-Étienne y, con un doblete y una asistencia, acabó con la resistencia (3-1) de uno de los clubes que pelean por no perder la categoría en la Ligue 1.

Mbappé últimamente se encuentra en un estadio de gracia casi permanente. Su renovación por el París Saint-Germain o su más que probable fichaje por el Real Madrid no influyen en su rendimiento. El internacional francés no pisa el freno y, o quiere seguir en su club con buenas cifras y más títulos o se quiere despedir a lo grande.

Antes de visitar al Saint-Etienne, sufrió un bache contra el Nantes, que derrotó inesperadamente al París Saint-Germain la pasada jornada (3-1). Mbappé no marcó y frenó una racha de tres encuentros seguidos celebrando goles (Lille, Rennes y Real Madrid). Su falta de voracidad sólo duró un duelo. Al siguiente de fallar, no perdonó.

Su última víctima fue el Saint-Étienne, que por momentos disfrutó de una renta con la que soñó con derribar al líder de la Ligue 1. Y es que, el gabonés Denis Bouanga, abrió el marcador a los pocos minutos del inicio del choque después de aprovechar un error defensivo. Dio una alegría a su equipo que se alargó hasta el filo del descanso, cuando apareció Mbappé para iniciar el camino de la victoria de su equipo.

Mbappé volvió a formar parte del tridente de ataque más valorado en el París Saint-Germain y que apenas se ha juntado esta temporada. Jugó arriba de nuevo junto a Neymar Júnior y a Lionel Messi. Y, con el argentino, poco a poco se va acoplando. Se nota cada partido. Cada vez se entienden mejor.

Fruto de esa asociación, Mbappé empató. Messi frotó su lámpara mágica y el delantero francés sólo tuvo que acertar para hacer el 1-1. Después, tras la reanudación, se repitió el mismo episodio y de nuevo la asociación Messi-Mbappé dio sus frutos con el segundo del París Saint-Germain.

Para culminar la noche, Mbappé sirvió un centro perfecto a Danilo, que a falta de algo más de media hora, sentenció el choque con un buen cabezazo. Entonces, el 3-1 calmó los ánimos del cuadro parisino, que aún disfrutaría de una última oportunidad clara que Neymar estrelló contra un poste de la portería defendida por Paul Bernardoni.

Mauricio Pochettino formó un once con Donnarumma en la portería; Kehler, Marquinhos, Kimpembe y Mendes en defensa; Wijnaldum, Gueye y Danilo en el centro del campo; y Messi, Mbappé y Neymar arriba. Después dio minutos a Di María, Bernat, Draxler e Icardi.

Con ese cockatil, la maquinaría parisina volvió a funcionar después de la derrota frente al Nantes. Mbappé tuvo mucha culpa de ello. Con ayuda de Messi, exhibió músculo. Ya suma 24 tantos este curso en todas las competiciones. El Real Madrid, tiembla.