Oswaldo Cedeño Espinales fumaba un cigarrillo en la ciudadela La Revancha cuando recibió 12 disparos.
Su cuerpo quedó tendido en una calle de tierra, y cuando llegaron los socorristas del Cuerpo de Bomberos comprobaron que no tenía pulso. Su muerte había sido instantánea.
Este hecho de sangre se registró ayer a la una de la madrugada, cuando el hombre de 42 años de edad había acudido a La Revancha a tomar con varios amigos.
La víctima era conocida como “Caralampi”, vivía en la ciudadela La Pradera y sus restos son velados en el barrio El Progreso, ubicado atrás de La Aurora.
Antony Cedeño manifestó que su hermano trabajaba como chambero en el basurero del sitio San Juan de Manta. También era comerciante de pescado y hacía encargos.
Oswaldo Cedeño estaba divorciado, vivía con su mamá, María Espinales, en La Pradera, y tenía cuatro hijos: tres adultos y un menor de edad. Su familia desconoce por qué motivo lo asesinaron.
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