Las autoridades ecuatorianas continúan este viernes el arduo proceso de identificación de los 118 reos que fueron asesinados el martes en una reyerta entre bandas en una prisión de Guayaquil, mientras las familias demandan información sobre el destino de sus seres queridos.
Según las últimas cifras oficiales, apenas se han identificado una veintena de muertos y se han entregado a las familias alrededor de cinco cuertpos, informaron medios locales, por lo que se cree que el proceso puede durar “semanas”.
El último comunicado del servicio de prisiones (SNAI), a última hora del jueves, sólo destacaba que tras los protocolos de registro y control en prisión llevados a cabo a lo largo del día por la Policía y el Ejército se reportaban “8.167 privados de libertad presentes en los 12 pabellones, 48 alas” y “79 hospitalizados con custodia respectiva”.
La prisión número 1 de Guayaquil, más conocida como del Litoral, así como otras en todo el país, siguen este viernes bajo custodia militar y policial desde la decisión del presidente Guillermo Lasso de decretar el estado de excepción durante 60 días.
Sin identificación precisa de aquellos que se encontraban en el pabellón número 5, donde se hallaron la mayor parte de los cadáveres, Criminalística ha pedido a los familiares que contribuyan en el proceso mediante la descripción de distintivos personales como cicatrices y tatuajes.
El proceso informativo se realiza en el Coliseo Abel Jiménez Parra, en el parque Samanes, en el norte de Guayaquil, aunque los familiares también están acudiendo a la morgue, a unos 10 kilómetros de distancia.
Ambos eran hoy nuevamente lugar de peregrinación de familiares desesperados que buscaban saber sobre el estado de sus seres queridos.
El enfrentamiento del martes, que dejó asimismo 79 heridos, puso de reflejo una vez más la grave crisis carcelaria y de seguridad que vive el país andino, donde carteles extranjeros vinculados al narcotráfico financian el apoyo de bandas locales que se disputan el mercado, sobre todo en torno a las ciudades portuarias por las que sale la droga.
En lo que va de año han muerto más de 230 presos en este tipo de reyertas, siendo el caso más grave anterior el que se produjo en cuatro prisiones a la vez, en febrero, que dejó un balance de unos 80 muertos. EFE