El 18 de septiembre, la Iglesia católica celebra a San José de Cupertino, canonizado en 1767 por su vida de santidad y milagros extraordinarios.
Orígenes y vocación
San José de Cupertino nació como Giuseppe Desa el 17 de junio de 1603 en Cupertino, Puglia, Italia, creció en una familia pobre. Marcado por dificultades de aprendizaje, mostró temprana devoción religiosa. A los 17 años, intentó unirse a los franciscanos, pero fue rechazado por su falta de instrucción.
En 1620, ingresó como laico en el convento franciscano de Grotella, y en 1628, fue ordenado sacerdote tras superar exámenes con ayuda divina, según las Actas de Canonización. Vivió en conventos de Grotella, Assisi y Osimo, en los que se dedicó a la oración y la penitencia.
Milagros y levitaciones de San José de Cupertino
José es célebre por sus levitaciones místicas, documentadas en más de 70 ocasiones durante éxtasis en la Eucaristía o al rezar. Testigos, incluido el Papa Urbano VIII, confirmaron estos eventos.
Realizó milagros como curaciones y multiplicaciones de alimentos para los pobres. Su simplicidad y humildad lo llevaron a ser investigado por la Inquisición en 1639, pero fue absuelto. Pasó años confinado en conventos por sus fenómenos místicos, según Catholic Encyclopedia.
Sus milagros incluyeron sanaciones de enfermos y conversiones, especialmente entre los pobres de Puglia.
Filosofía y espiritualidad
La espiritualidad de José se centró en la humildad, la oración constante y la devoción eucarística. A pesar de su poca formación, vivió en unión con Dios, considerando su ignorancia un don para depender de la Providencia.
Su lema, “Orar siempre, nunca cansarse”, reflejó su vida contemplativa. Como franciscano, siguió la pobreza de San Francisco de Asís, sirviendo a los necesitados, según ACI Prensa.
Canonización y reconocimiento
San José fue beatificado en 1753 por Benedicto XIV y canonizado el 16 de julio de 1767 por Clemente XIII tras confirmar milagros, como curaciones extraordinarias.
Es patrono de los estudiantes, aviadores y personas con dificultades de aprendizaje, debido a sus experiencias y levitaciones. Su santidad se basa en su vida ascética y fenómenos místicos, según Vatican News.
Celebración del 18 de septiembre
La festividad de San José se celebra el 18 de septiembre, fecha de su muerte en 1663, según el Martirologio Romano. En Cupertino y Osimo, se ofician misas solemnes y procesiones.
Sus reliquias, conservadas en la Basílica de San José en Osimo, atraen peregrinos, especialmente estudiantes y aviadores.
Legado en la Iglesia de San José de Cupertino
El legado de José incluye su influencia en la devoción franciscana y la espiritualidad mística. La Basílica de Osimo y el santuario de Cupertino son centros de peregrinación.
Su vida inspira a quienes enfrentan dificultades académicas, y su culto se extendió a América Latina, especialmente en México y Colombia. Los franciscanos promueven su ejemplo de simplicidad, según Santi e Beati.