Jessica Andrade, madre de Ariana Jiménez, asesinada por su expareja Oscar Espinoza, fue condenado a 22 años este martes 9 de septiembre de 2025 en Portoviejo, Ecuador, relata en exclusiva su lucha por justicia tras un crimen que marcó a su familia.
En una entrevista, Jessica Andrade, madre de Ariana Valentina Jiménez Andrade, abrió su corazón desde Portoviejo luego de conocer la condena que recibió quien fue su pareja, donde el dolor aún pesa. Su hija, de 24 años y embarazada, desapareció el 14 de junio de 2024 tras reunirse con su expareja, Oscar Joel Espinoza Quiroz, en un parque. El 9 de septiembre de 2025, un juez lo sentenció a 22 años de prisión por desaparición involuntaria con resultado de muerte.
Jessica, ¿cómo recibió la noticia de la sentencia?
“Nada me devolverá a mi hija ni a mi nieto, pero siento un alivio. La justicia llegó, aunque no como hubiéramos querido. Mi corazón de madre siempre supo que él la mató”, respondió Jessica, con la voz quebrada. Ella, su familia y su abogado lucharon incansablemente para probar la culpabilidad de Espinoza. “Fue duro, pero las pruebas hablaron: el ADN confirmó que el cuerpo hallado en aquella loma en la vía Cuatro Esquinas-Zapallo era de Ariana, aunque mi corazón lo supo desde el primer momento”.
El cuerpo de Ariana, encontrado como osamenta el 6 de octubre de 2024 tras cuatro meses de búsqueda, dio inicio a lo que llama “justicia”. “Imaginar cómo la asesinó me destroza. Ella se defendió, pero él fue cruel”, dijo Jessica, llorando, ya que asegura que Espinoza tenía marcas de arañazos en su cuello cuando fue abordado por la Policía la primera vez.
Engaño y traición
¿Qué llevó a este crimen?
Jessica explicó que Espinoza, quien mantuvo una relación de un año con Ariana, la engañó. “Le pidió $250 y resultó ser para una casa, ya que planeaba casarse con otra mujer que Ariana no conocía. Eran compañeros de trabajo, y ella confiaba en él”. La joven, a punto de graduarse como ingeniera en Administración de Empresas, fue citada por Espinoza justo cuando se dirigía a verificar su sustentación universitaria. “Dijo que ella tomó un taxi, pero mentía. Ariana solo usaba el taxi de su cuñado”, afirmó Jessica. Aseguró que espinoza le pidió que abortara, por lo que siempre fue el principal sospechoso de su desaparición.
¿Cómo enfrentó la familia este proceso?
“Mi vida cambió. Crié a un ser de bien, con valores, llena de sentimientos y este acto atroz nos marcó. Temo por mi familia; si este hombre mató a quien le iba a dar un hijo, es capaz de todo”, confesó. La familia expresó su dolor en redes sociales: “Dios sabe cómo hace todo, pero el daño es irreparable”. Jessica ahora lucha para que Ariana reciba su título póstumo, un homenaje a su esfuerzo.
Contexto de violencia en Manabí
Manabí vive una crisis de violencia de género. En julio de 2024, otra mujer embarazada fue asesinada en Manta, un caso que refleja el patrón de violencia machista. Un agente de la fiscalía, que pidió anonimato, señaló: “Esta sentencia es un mensaje contra el feminicidio, pero urge prevención”.
Un futuro marcado por el dolor
¿Qué sigue para usted?
“No estoy feliz, pero hay justicia. Ariana y mi nieto están con Dios. Lucho por su título póstumo, porque ella lo merecía”, dijo Jessica. Espinoza cumple su condena en la cárcel El Rodeo, aunque podría apelar la sentencia.
El caso conmocionó a toda una provincia y al país. Una vecina, anónima, comentó: “Es aterrador; necesitamos proteger a nuestras jóvenes”. La sentencia ofrece un alivio parcial, pero el dolor de Jessica y su familia persiste, mientras Manabí clama por un freno a la violencia.
Mientras tanto el dormitorio de Ariana aún permanece como la última vez, en la que ella dejó impregnado su olor, sus risas que parecen escucharse en cada minuto. Un viejo reloj se quedó parado, así como el recuerdo que invade a toda su familia. (22)