Un nuevo terremoto de magnitud 5,6 en la escala Richter sacudió este jueves el este de Afganistán, específicamente la provincia de Nangarhar, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El sismo se registró pocos días después de otro terremoto de magnitud 6 que dejó más de 2.200 muertos y alrededor de 3.600 heridos, según el balance oficial de las autoridades talibanes. Las labores de rescate continúan mientras la región enfrenta numerosas réplicas.
Segundo terremoto golpea zona devastada
El epicentro del sismo de este jueves se localizó 36 kilómetros al suroeste de Jalalabad, capital provincial de Nangarhar, con un hipocentro a 10 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el USGS.
Hasta el momento, no se han reportado nuevas víctimas mortales ni daños materiales asociados al nuevo temblor, aunque la situación sigue siendo evaluada por las autoridades y organizaciones humanitarias en terreno.
El nuevo sismo ocurre en una región ya golpeada por la tragedia del pasado fin de semana, lo que complica las tareas de asistencia humanitaria y rescate, debido a la constante amenaza de réplicas sísmicas.
La tragedia del fin de semana
El terremoto del domingo 31 de agosto, de magnitud 6,0, impactó zonas cercanas a Jalalabad, dejando más de 2.200 muertos y alrededor de 3.600 heridos, según el último balance difundido por el gobierno talibán.
El sismo provocó el colapso de centenares de viviendas construidas con materiales precarios, y ha dejado a miles de personas sin hogar. Equipos de emergencia y voluntarios trabajan desde entonces en las labores de rescate de sobrevivientes y recuperación de cuerpos bajo los escombros.
Los esfuerzos se han visto obstaculizados por infraestructura deficiente, escasez de recursos médicos y dificultades de acceso a las zonas montañosas afectadas.
Ayuda humanitaria y contexto político
Organismos internacionales como la ONU y la Media Luna Roja han ofrecido apoyo, aunque el acceso humanitario sigue siendo limitado debido a las restricciones políticas y logísticas impuestas por el régimen talibán, que tomó el control del país en agosto de 2021.
El gobierno de facto ha solicitado ayuda internacional urgente para atender la emergencia, destacando la necesidad de medicamentos, refugio, alimentos y equipos médicos.
Afganistán, situado en una zona de alta actividad sísmica debido a la colisión de las placas tectónicas india y euroasiática, ha sufrido varios terremotos devastadores en las últimas décadas. La vulnerabilidad estructural y las condiciones socioeconómicas precarias agravan el impacto de estos desastres naturales.
Riesgos persistentes y réplicas continuas
Desde el primer terremoto del fin de semana, la región ha experimentado múltiples réplicas. Especialistas del USGS advierten que podrían seguir ocurriendo movimientos de menor o similar magnitud durante los próximos días o semanas.
Las autoridades locales han pedido a la población mantenerse alerta y evitar estructuras inestables. En algunos distritos, las familias han pasado la noche a la intemperie por temor a nuevos derrumbes.
Los equipos de emergencia continúan operando bajo condiciones extremas, buscando sobrevivientes y brindando asistencia básica en campamentos temporales habilitados para los desplazados.