Un búnker subterráneo valorado en USD 1,5 millones, perteneciente a José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, líder de Los Choneros, fue descubierto en el sector de Monterrey, Montecristi, Manabí, tras una operación para recapturarlo el 25 de junio de 2025, evidenciando su alto nivel de seguridad.
El búnker de ‘Fito’: lujo y seguridad extrema
El sector de Monterrey, en Montecristi, Manabí, es conocido por sus cerca de 500 casas, la mayoría construidas con materiales sencillos como la caña. Sin embargo, entre estas humildes viviendas, sobresalía la residencia donde se escondía alias ‘Fito’. Esta propiedad, valorada en USD 1,5 millones, destacaba por su infraestructura.
La vivienda de tres pisos se diferenciaba de las demás por su construcción. Desde el exterior, se observan cercos eléctricos, cámaras de videovigilancia y sistemas de monitoreo avanzados. Además, cuenta con sensores de movimiento y puertas blindadas equipadas con reconocimiento facial, elementos que garantizan una seguridad inquebrantable.
Fortificación inexpugnable
Una de las puertas de acceso al búnker posee al menos 30 centímetros de grosor. Está diseñada para resistir el impacto de armas de alto calibre, lo que la hace sumamente difícil de derribar. Estas características demuestran el nivel de fortificación.
En el interior de la casa, debajo de la zona de lavandería, se encontraba el búnker subterráneo. Este espacio tiene una forma de ‘L’ y se extiende a dos metros de profundidad. Sus dimensiones son de tres metros de largo por tres metros de ancho, suficiente para albergar a una persona.
Operaciones previas y su impacto
Según información proporcionada por el Bloque de Seguridad, la casa ya había sido allanada previamente. Sin embargo, en aquella ocasión no se encontró rastro alguno del líder de Los Choneros. La operación del 25 de junio de 2025 cambió el panorama.
Actualmente, las calles de Monterrey lucen vacías. Solo se visualiza a pocas personas que deben transitar por el lugar. El silencio, temor e incertidumbre dominan en el sector, dejando una sensación de desasosiego en la comunidad.