Cientos de pacientes con insuficiencia renal crónica en Santo Domingo, Ecuador, enfrentan una nueva preocupación: la reducción de una hora diaria en sus sesiones de diálisis, que pasaron de cuatro a tres horas. Esta medida fue implementada por clínicas privadas que atienden a pacientes del sistema público de salud, en respuesta a una grave crisis financiera generada por deudas acumuladas del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del IESS.
El martes 25 de junio de 2025, los afectados realizaron una protesta frente a la clínica Renal Centro, donde expresaron su preocupación por los efectos que el recorte podría tener sobre su salud.
Pacientes con insuficiencia renal denuncian riesgo
Gonzalo Valle, uno de los pacientes con insuficiencia renal, aseguró que esta hora recortada representa mucho más que un tiempo en una máquina. “No se trata solo de una hora menos de diálisis, se trata de una hora menos de vida”, afirmó. Valle calcula que en la clínica Renal Centro hay al menos 500 pacientes en tratamiento.
José Morales, también paciente, cuestionó que el Estado paga por cuatro horas, y sin embargo se está entregando solo tres. “Nos están robando algo que ya está pagado”, dijo. Por su parte, Luis Masa reportó efectos físicos adversos por la reducción. “En mi última sesión tuve baja de presión; ese tiempo adicional es crucial para eliminar toxinas”, señaló.
Los manifestantes exigen que el Ministerio de Salud y el IESS salden las deudas que mantienen con las clínicas privadas prestadoras del servicio.
Clínicas bajo presión financiera
Renal Centro indicó que, a pesar del recorte, la atención se mantiene con laboratorios, controles y sesiones regulares, pero admiten que la situación es insostenible. Voceros confirmaron que las deudas superan un año de retraso en pagos, y que la medida es temporal.
El impacto no se limita a una sola clínica. En Sociehemod, el director José Lafuente informó que el Estado les debe 6 millones de dólares, con $2 millones correspondientes al IESS y el resto al Ministerio. Indicó que, mientras algunas clínicas grandes han recibido pagos parciales, las pequeñas aún esperan recursos. “Nos ofrecieron bonos del Estado, pero seguimos sin recibir fondos del 2023”, denunció.
A pesar de las dificultades, Sociehemod continúa operando, aunque su director advierte que la sostenibilidad del servicio está al límite.
Más de 10 mil pacientes en riesgo a escala nacional
Según Gabriela Álvaro, dirigente nacional de los pacientes renales, esta situación no es aislada. Señala que más de 10 mil personas con insuficiencia renal están en riesgo por los retrasos de pago del Estado.
“Hemos esperado 18 meses. Esto no es un capricho; es cuestión de vida o muerte”, declaró. La falta de una solución estructural ha llevado a múltiples centros a tomar medidas de contingencia, que ya están afectando directamente a los pacientes más vulnerables (21).