El mirador de la parroquia San Pablo, en Portoviejo, avanza con un 45% de ejecución bajo responsabilidad del Municipio, que prevé entregarlo a finales de junio de 2025, como parte de un compromiso asumido por el alcalde Javier Pincay para continuar proyectos aprobados previamente, debido a que esta obra fue ganada en un concurso comunitario y responde al interés de fortalecer el turismo y la integración local.

El mirador de San Pablo progresa pese a las lluvias

En la parroquia San Pablo del cantón Portoviejo, el  mirador de la parroquia se construye con un avance del 45% y una inversión de 211 mil dólares, según informó Byron Villafuerte, director de Obras Públicas del Municipio. Esta obra, ejecutada durante la actual administración municipal, fue retomada como parte de los compromisos adquiridos en gestiones anteriores y se ha mantenido activa a pesar de las condiciones climáticas adversas.

La planificación del alcalde Javier Pincay permitió que, pese a la emergencia invernal declarada en el cantón, los recursos para esta infraestructura turística se mantuvieran dentro de las prioridades presupuestarias del Municipio. El director Villafuerte explicó que hubo días de paralización, pero el flujo económico no se detuvo, lo que ha permitido un avance sostenido de la obra.

Afectaciones por el invierno y continuidad del mirador

La ubicación en una ladera complicó algunos días de trabajo debido a la lluvia. No obstante, según Villafuerte, la obra nunca se detuvo por completo. La situación geográfica del terreno obligó a tener mayor precaución para evitar deslizamientos o accidentes. Esto hizo que ciertas jornadas no se pudieran ejecutar con normalidad.

El funcionario confirmó que la fecha tentativa de entrega es a finales de junio. Aunque los contratistas pueden acogerse a días prorrogados debido a las lluvias, se estima que el ritmo de avance actual evitará que sea necesario aplicar esa prórroga.

“Creemos que se entregará a tiempo. Si bien la declaratoria de emergencia permite una extensión, la obra marcha con normalidad, y eso es reflejo de una correcta planificación y compromiso del Municipio”, puntualizó Villafuerte.

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Compromiso con una obra ganada por méritos

Por su parte, Yuri Santana, vicepresidente del Consejo Parroquial de San Pablo, manifestó que la comunidad considera esta obra como un sueño colectivo. San Pablo fue uno de los ganadores de una convocatoria previa que ofrecía este tipo de infraestructuras como premio, pero en su momento no se entregaron los recursos.

“Nosotros ganamos con trabajo y esfuerzo. No recibimos nada en la administración anterior, pero el actual alcalde dijo que cumpliría, y lo está haciendo”, señaló Santana. La comunidad espera con entusiasmo la finalización de este proyecto.

Actualmente, la parroquia tiene una sola iglesia, que es un punto de referencia para visitantes y feligreses. Con el nuevo mirador, se busca potenciar el atractivo turístico del sitio y ofrecer un espacio adecuado para la contemplación del paisaje rural y para eventos comunitarios.

Un impulso para el turismo y el desarrollo local en el San Pablo

El mirador de San Pablo no solo representa un símbolo de cumplimiento municipal, sino una herramienta para dinamizar la economía local. Al estar ubicado en un sector visitado regularmente por personas que asisten a la iglesia o llegan de otras partes del cantón, se prevé que este espacio tenga un impacto directo en la actividad comercial de la zona.

El turismo comunitario es una de las líneas estratégicas que el Municipio de Portoviejo promueve para fortalecer la ruralidad. El mirador se integra a este enfoque, ofreciendo a los visitantes una infraestructura adecuada para disfrutar de la geografía del lugar.

Además, la obra también ha generado fuentes de empleo local durante su construcción, beneficiando indirectamente a familias de la parroquia. Desde obreros hasta proveedores de materiales, la ejecución de este proyecto ha tenido una cadena de impacto económico.

Avance financiero y planificación municipal

El monto destinado para la obra es de 211 mil dólares, Byron Villafuerte resaltó que, a pesar de la priorización que implicó la emergencia por las lluvias, no se detuvo el financiamiento. El flujo económico se mantuvo estable y permitió que el contratista continuara sin interrupciones mayores.

Esto forma parte del enfoque de planificación del actual alcalde, quien ha insistido en la necesidad de dar continuidad a los proyectos aprobados, sobre todo los que fueron resultado de concursos o participación ciudadana.

Declaratoria de emergencia y normativa aplicable

La declaratoria de emergencia territorial emitida por el Municipio de Portoviejo durante el invierno permitió aplicar normativas que flexibilizan los plazos para obras en ejecución. Esta figura legal autorizó a los contratistas a solicitar días adicionales si las lluvias impedían los trabajos.

Sin embargo, la obra del mirador no ha requerido, hasta ahora, acogerse a estos mecanismos. La empresa contratista ha mantenido el ritmo y continúa con las labores dentro del cronograma original, lo que hace prever una finalización sin demoras.

Este tipo de previsiones son necesarias en proyectos ubicados en zonas con alta pendiente, como ocurre con el mirador, que se construye sobre una ladera.