A nadie se le escapa que hoy la maternidad es una opción denostada. Una vez asumido el "feminismo contra el hombre" que enarbola una mujer con demasiadas similitudes con el varón, la carga de trabajo doméstico y extradoméstico, el cuidado exigente de su imagen, y cumplir como esposa y madre, resulta, en demasiados casos, insoportable.