A Ecuador "le interesa promover a nivel universal que este tipo de armas desaparezcan y es por eso que hemos acogido positivamente la posibilidad de ser sede de esta conferencia regional", declaró en rueda de prensa Izquierdo. Según Thomas Nash, coordinador de la Coalición contra las Municiones en Racimo (CMC, en sus siglas en inglés), el convenio se prevé firmar en Oslo en los primeros días del próximo diciembre y cuenta con el apoyo de más de 100 países. Nahs informó de que en la región, Brasil, Chile, Cuba y Perú son los países que tienen bombas de racimo almacenadas y, del grupo, solo Chile y Perú han contribuido al desarrollo del proyecto. "Brasil no ha sido parte del proceso y es el gran productor y exportador de municiones de racimo de la región, y Cuba tampoco ha participado" añadió. El coordinador de CMC explicó que el uso de estas municiones conlleva dos problemas: la dispersión del ataque, que no diferencia entre las víctimas y que afecta sobre todo a civiles, y la posibilidad de que exploten después de estar inactivas y ocultas durante años. Por su parte, Cristian Wittman, representante de CMC en Brasil, afirmó que la presencia en este convenio de los países de América Latina y el Caribe "es muy importante", porque van a "decirle al mundo que América Latina continúa promoviendo su herencia de paz". En la conferencia regional, que se celebrará hasta mañana, participan delegados de Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras y Jamaica.