Según los derechos mundiales de los niños, un infante está en todo su derecho de poseer nombres, apellidos y una nacionalidad desde su nacimiento. Tambien debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados. En la actualidad existen muchos padres que dejan a sus hijos, negándoles estos derechos, como también en casos extremos otros ni siquiera los reconocen.