Está en vigencia una nueva Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, que se fundamenta en los principios del derecho a la vida, al libre tránsito y la movilidad segura del ciudadano, la que nos encamina a enseñar y obedecer todas las normas y el reglamento enunciado en ella. Es un hecho tangible curioso y visible por los ojos humanos, que son pocas sus calles en tener una señal de tránsito, sean éstas: vertical, manual, horizontal y semáforos peatonal. Por el grave problema, conductores y peatones que circulamos por la urbe, somos los más afectados por esta inseguridad vial. Es menester y urgente arreglar este problema existente. Las imposiciones y sanciones que se aplicarán con la nueva ley conlleva la aplicación de multas y reducciones de puntos a su licencia por cada infracción cometida, las mismas que serán más severas. Que la Comisión Nacional de Tránsito, ente encargado sobre las señalizaciones vial urbanas y rurales del país, tome cartas de este asunto que sufre esta ciudad; de este modo podremos como ciudadanos cumplir con lo previsto que nos dicta la norma y el reglamento y demás regulaciones de tránsito. Además, que se establezcan programas educativos en materia de seguridad vial y norma general de tránsito en los centros educativos de la localidad.