Los dos cuerpos permanecían en el interior de fundas de plástico negro y habrían sido asesinados a balazos. El hallazgo se produjo aproximadamente a las 16h30, en el sector donde se ubica el rancho Kadefema. Por el olor y los gallinazos Fuentes policiales informaron ayer que el olor que se percibía de los cadáveres y la presencia masiva de las aves de rapiña, hicieron que varios vecinos se movilizaran al lugar de los hechos. Al ver las fundas, los curiosos las rompieron, encontrándose con las macabras escenas. Inmediatamente dieron aviso a la policía, cuyos agentes del orden acudieron al lugar para el inicio de las investigaciones. Por el estado de los cuerpos y la no existencia de documento alguno, no se los pudo identificar. Uno de los fallecidos tendría unos 50 años, mientras que el otro, aproximadamente 25. Las personas que se desplazaron a la escena del crimen presumieron que ambos habrían sido asesinados en otro sector y arrojados ahí, aprovechando que el lugar está lleno de maleza. Trasladados al cementerio Ante la falta de identidades y una vez que el agente fiscal, Pedro Pihuave, realizara el levantamiento de los cadáveres, estos fueron trasladados hasta el cementerio general de Pedernales donde permanecerán mientras se realizan todas las investigaciones del caso o aparezcan los familiares para retirarlos.