Pekín registró en lo que va de año 1.482 casos de fiebre aftosa, enfermedad común en los niños pero que ha desatado una alarma sanitaria nacional debido al alto número de fallecimientos. La situación en Pekín "es normal y no debe cundir el pánico", aseguró Wu Jiang, experto del centro de control de enfermedades contagiosas de Pekín. La provincia más afectada es la oriental de Anhui (este), con 5.840 casos y 22 muertos, y donde 10 médicos han sido sancionados por negligencia a la hora de tratar la epidemia, según informó Xinhua también hoy. De acuerdo con Tang Xiaoping, experto gubernamental en epidemias, el drástico aumento de casos reportados se debe a una orden del Ministerio de Sanidad que obliga desde el viernes a informar de todos los casos de fiebre aftosa humana, debido a la alerta nacional. La fiebre aftosa afecta sobre todo a niños de entre dos y seis años, que suelen presentar síntomas tales como fiebre, ampollas y úlceras en la boca, así como erupciones en manos y pies. De las variables existentes del virus causante de la enfermedad, el EV71, que se ha diagnosticado en muchos de los casos de este año, muestra a menudo estos síntomas de forma más intensa, y también puede provocar meningitis, encefalitis, edema pulmonar, parálisis o la muerte en algunos niños. El Ministerio de Sanidad chino teme que sigan aumentando los casos durante los próximos meses de junio y julio, en la época de mayor incidencia de esta enfermedad. China ha vivido en los últimos años varias alarmas sanitarias por enfermedades epidémicas como el síndrome respiratorio agudo y grave (SRAG) o la gripe aviar, en los que a veces el país fue criticado por falta de transparencia a la hora de informar de los brotes. Sin embargo, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la colaboración de las autoridades chinas con el organismo internacional a la hora de atajar el actual brote. EFE