Una de las novedades es el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), en plena ejecución, aunque su implementación haya sido coercitiva, pues nunca se lo socializó ni hubo discusión alguna sobre sus objetivos y beneficios. La estadística de los accidentes de tránsito con la secuela de muerte, lesiones físicas perdurables, y su consecuente efecto psicológico en las víctimas y dolor en los familiares afectados, fue el punto favorable que hizo inclinar a la ciudadanía a la aceptación de este seguro obligatorio. Sin embargo, personas que han sufrido accidentes manifiestan que, comparando la rigidez aplicada a los propietarios de vehículos para la adquisición del SOAT - que cuenta con el aval de la Dirección Nacional de Tránsito -, el acceso a los beneficios no es inmediato, pues se desenvuelve en una gestión burocrática compleja que hay que hacerla hasta en la capital de la República. Incluso existe una versión de que no se respetan los montos establecidos en el contrato. La preocupación en ese sentido crece, pues no hay reportes de una satisfacción plena por quienes han sufrido las lesiones por accidentes en esta provincia, y tampoco se nota una preocupación oficial por explicar los problemas denunciados. Sobre el particular hacemos un llamado a quienes están obligados a efectuar las aclaraciones correspondientes para que las difundan, pues la celeridad en la exigencia del pago del SOAT debe tener la contraparte de cumplir de inmediato cuando se requiere hacer efectivas sus garantías. " El acceso a los beneficios del seguro no es inmediato"