EFE.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró ayer que renunciará a la jefatura del Estado si la Asamblea Constituyente concede la amnistía a acusados de supuesta “sedición” durante la protesta de pobladores en la provincia Francisco de Orellana.
En su habitual espacio radial sabatino, Correa afirmó que si se declara una amnistía para esos presos, renunciará a la Presidencia, pues dijo que no permitirá “que siga la impunidad, que siga el mismo cuento de siempre”.
El jefe del Estado también se defendió de la queja de varios grupos de derechos humanos que han advertido de supuestos “abusos” represivos por parte de militares, para sofocar la protesta en el sector de Dayuma, en la provincia amazónica de Orellana.
Asimismo, dijo que, aparentemente, la protesta en Dayuma podría haber sido manipulada por el opositor Partido Sociedad Patriótica (PSP), que lideran el ex gobernante Lucio Gutiérrez y su hermano Gilmar.
Llamado
Correa hizo un llamamiento a sus correligionarios en la Constituyente, que ocupan 80 de los 130 escaños, para que, según dijo, “no caigan en esta trampa de un mentiroso como Gilmar Gutiérrez (también asambleísta), que quiere imponernos una agenda” de discusiones en la Asamblea.
“Si declaran amnistía, muy bien, me voy a mi casa y nombren a otro Presidente que siga con esta alcahuetería de siempre, porque yo no me prestaré para que el país siga en la misma anarquía que nos ha hecho tanto daño”, añadió.
“No caigamos en ingenuidades, en romanticismos”, remarcó el jefe del Estado, tras afirmar que en Dayuma “no hay comunidades indígenas protegiendo su selva, su tierra milenaria; ahí hay mafias organizadas al mando de politiqueras de la región, que viven del conflicto y que son las primeras en no querer que se resuelvan las cosas”.
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