El documento, que está en la mente de los técnicos pero no en papeles, debe estar listo el lunes, para inmediatamente entregar esta información a los tres contratistas de la nueva red, de tal forma que cuando empiecen los trabajos se disminuya el impacto ambiental por rotura de tuberías. Agustín Casanova, gerente encargado de la EMAPAP, explicó que no existe información escrita sobre la ubicación de las tuberías que están enterradas en las calles de la ciudad, pero que los técnicos de la empresa sí lo saben, por lo que la responsabilidad de transcribir estos datos será de ellos. Así las cosas, la coordinación avanza. Licencia ambiental En la reunión, en la que participaron los tres contratistas del plan de agua junto a técnicos de la EMAPAP y del departamento de Planificación del cabildo, se explicó que los trámites para la obtención de la licencia de impacto ambiental siguen su curso en Quito, y que una vez que cumplan con todos los requisitos solicitados por el Ministerio del Ambiente, esperan la autorización para iniciar las obras. Trabajos Paúl Varela, representante de Facayvi, que trabajará en la instalación de las líneas secundarias y terciarias de la zona central, explicó que las obras empezarán una vez que el Municipio obtenga todos los permisos aún pendientes, y que a partir del inicio de éstas corre el plazo de un año señalado en el contrato. Mientras que Xavier Murgueytio, de la constructora Conagua, señaló que durante el invierno se dedicarán a la importación de la tubería de hierro dúctil a instalar en el sector noroeste, cuya ubicación será después de la estación lluviosa. Durante ese lapso aprovecharemos para la apertura de cartas de crédito, compra, traslado y desaduanización del material, dijo. Sobre la falta de licencia ambiental, el técnico explicó que no pueden realizar ninguna obra física hasta que el Ministerio del Ambiente a través de este documento señale las afectaciones que habrá con las obras y las medidas de mitigación a aplicar.