Es menester que ambas instituciones, como organismos obligados a estimular el desarrollo, analicen qué es lo más conveniente para el progreso de la ciudad puerto; y, a partir de entonces, se pongan de acuerdo sobre los proyectos que se debería ejecutar. Al fin de cuentas, ambos tienen planes parecidos. La poza es un área formada por lo que fue parte de la dársena del puerto, hecha para proteger a las embarcaciones menores de las marejadas; y, también, para disminuir el impacto de la sedimentación que acarreaban los ríos. Con el paso del tiempo, ese espacio fue rellenándose, a tal punto que ahora es un terreno bastante extenso en el que desembocan tuberías que contaminan las playas con aguas servidas. En la disputa por la propiedad de este bien, Autoridad Portuaria y el municipio tienen sus puntos de discordia. La primera institución alude al Decreto Supremo Nº 110 de 16 de febrero de 1976, que señala que los terrenos ganados al mar son propiedad de esa institución. La municipalidad, por su parte, señala que tratándose de propiedades ganadas al mar, deben ser parte del patrimonio de la ciudad y, por tanto, administrados por el concejo. Los dos tienen proyectos parecidos: un centro comercial, un área de recreación y una terminal para embarcaciones turísticas. La disputa no es nueva; sin embargo no hay acuerdos. Cada cual quiere que prevalezca su criterio y eso estanca el desarrollo propuesto para esa zona. "Analizar qué es lo más conveniente para el progreso de la ciudad puerto"