Se refirió a la más injusta distribución de la riqueza en la región para poder hablar de la cohesión social y citó casos en los cuales algunos de nuestros países son más pobres que algunos de África y tan ricos como Suiza. El Presidente Correa responsabilizó al neoliberalismo de la destrucción de la cohesión social en la Región, la cual se exacerbó, también el egoísmo y la competencia que se transformaron en el modo de vida de los pueblos. Enfatizó que será difícil encontrar la cohesión social mientras estemos sometidos a la entelequia del mercado, donde los pobres son considerados como “daños colaterales”. Pidió un pronunciamiento radical de la Cumbre contra todas las formas de racismo y xenofobia, tras recordar las palabras de los pensadores latinoamericanos que señalaban los caminos hacia la justicia social. Al concluir su intervención dijo que es hora de los consensos y la necesidad de una patria grande y soberana que no se humille ante el poderoso, tras agradecer la hospitalidad de Chile y de su trato solidario como hermanos.