Está en el centro de la crítica general la mediocre actitud y desenfado con el cual se envisten las organizaciones responsables de la seguridad pública de los comunes ciudadanos que deambulamos todos los días en esta linda ciudad. No contestar las llamadas a los números 102 - 101 - 911 - 131 es un juego de lotería, yo le llamaría la lotería de la vida.