La gran demanda de personas que requerían viajar, sobre todo a Guayaquil y a Quito, superó las frecuencias que las cooperativas de transporte pusieron a disposición, pese a los turnos extras que se implementaron. Ayer, desde temprano a los andenes de la terminal terrestre acusaron un inusual movimiento de público. Las unidades salían llenas de pasajeros que inclusive viajaron de pie ante la necesidad de retornar a las ciudades y a sus ocupaciones cotidianas. La situación continuó durante todo el día, incluso en la noche. Familias enteras, muchas con infantes, esperaron sentadas sobre los equipajes hasta que hubiera vehículos disponibles. Los despachadores de las cooperativas interprovinciales indicaron que la mayor demanda de pasajes fue para Guayaquil, aunque hubo muchas personas que requerían viajar a otras ciudades del país. La crítica situación causó malestar y quejas entre los usuarios, quienes pugnaban por conseguir pasajes. La preocupación aumentaba con el paso de las horas, puesto que muchos debían estar hoy en sus trabajos o debían retomar sus actividades. Otra de las causas de queja de los usuarios, según denunciaron, fue la elevación en el costo del pasaje. Por ejemplo, a Guayaquil el valor subió de 4 a 5 dólares. La explicación dada era justamente la falta de buses y frecuencias. En las playas la situación fue contraria a otros feriados, pues fue escasa la presencia de público en las playas de Crucita. Los ventarrones y el frío que predominó en el balneario fue la causa. Pese a ello, fue notorio el control policial en la carretera Portoviejo-Crucita. En cada tramo o sector conflictivo hubo uniformados. No se registraron mayores novedades en el tránsito. En el resto de cantones turísticos de Manabí la presencia de turistas, sobre todo de la Sierra, fue considerable. Las playas de la Costa norte fueron visitadas por gran cantidad de personas.