Aquel hombre como los mil que se ven por esos valles. Estatura regular, musculatura enérgica, cráneo desarrollado, frente ancha, ojos intensamente negros, pómulos salientes, nariz aguileña, boca grande, cabellera abundante, barba rala, color bronceado, actitud indecisa entre humilde y soberbia; aspecto agradable. No bello pero si sano. Para mí, el cholo no es un hombre, no es un tipo, no es un ejemplar de la raza; es todo eso, más una cuestión social de porvenir. Demos un paso al pasado y a la historia del cholo, reconozcamos nuestra etnia y de donde venimos. Existen varias teorías pero en todas se coincide que somos la mezcla de un indio con un español. Desde épocas coloniales e independientemente de su etimología, en América Latina, cholo es el término aplicado a una persona descendiente de la mezcla de europeo caucasoide, generalmente de español, con los habitantes originales del continente o indígena amerindio. Hay otra posible referencia al origen etimológico de cholo o “xolo” en 1571 en la obra de Fray Alonso de Molina. En su “vocabulario en lengua Castellana y mexicana”, da como definición para el término “xolo”, “esclavo”, “sirviente”, o “mesero”, significados no muy alejados de sus uso común en la colonia y actuales. En nuestro término el cholo puede tener, muchas veces, una connotación despectiva cuando se usa en el mismo contexto. En nuestro Manta, por ejemplo, cholo es usado como un prejuicio regionalista para referirse a los habitantes de regiones andinas o quienes parecen serlo basados en fisonomia. En este contexto específico puede ser sinónimo de tener ascendencia indígena, un nivel educativo bajo, malas costumbres, mal vestir y todos los prejuicios raciales y de clase heredados desde la colonia que asocian con las virtudes “negativas” encarnadas en el indigena amerindio en contraposición con las “virtudes” encarnadas en el conquistador caucasoide español o “blanco”. Así es como el término cholo se aplica al costeño de apariencia indígena, mientras que al serrano de apariencia indígena se le denomina longo, un término con similar contenido cargado de prejuicios y connotación despectiva. El ecuatoriano usa este término también con un contenido sumamente positivo, raramente, de la dulzura de un padre a su hijo (a) por ejemplo. Para concluir esta redacción; sólo espero llegar a la sociedad actual a reflexionar, valorar lo que somos y saber de dónde venimos, quienes somos, y la historia de nuestros antepasados cholos y para ello la Facultad de Hotelería y Turismo de la Universidad Laica de Manabí, ha organizado un programa especial dedicado a este tipo de étnia el día 16 de octubre del presente año, aprovechando, este mes de la cultura el acto se dará a cabo en el comedor universitario a partir de las 10 am. Los estudiantes organizadores de dicho evento realizamos una cordial invitación al pueblo mantense y manabita en general para adquirir conocimientos respecto al tema.