La labor de enseñar frente a un aula de clases no es nada fácil, pero sí llena de satisfacción para quienes la realizan día a día.
El maestro ecuatoriano celebra hoy su día, fecha en la que se busca resaltar a quienes a diario dedican su tiempo a compartir conocimientos con las nuevas generaciones.
Este día surge como un homenaje al natalicio de Juan María Montalvo Fiallos, maestro de las letras, la dignidad, el honor y la justicia.
La declaración del Día del Maestro se efectuó el 29 de mayo de 1920, por el entonces presidente de Ecuador Alfredo Baquerizo Moreno.
También se celebra en homenaje a otros dos insignes trabajadores de la educación: Federico González Suárez (nació el 12 de abril de 1844), y Luis Felipe Borja (nació en 1845 y murió el 13 de abril de 1912). Quienes desempeñan esta noble labor coinciden en algo: un maestro debe actualizarse de forma constante. Rosario Macías, docente de la Unidad Educativa Jambelí, se siente orgullosa de haber formado a varias generaciones de estudiantes, a quienes ha impulsado a conseguir sus sueños.
“Me siento bendecida de haber contribuido con un poco de conocimiento a las generaciones y he sido el combustible para iluminar la llama del saber y así motivarlos a seguir creciendo”, expresó Macías, quien tiene 20 años de experiencia como profesora.
Ella aseguró que la clave para ser un buen maestro es la vocación y la paciencia, ya que eso se transmite a los estudiantes.
“Primero debes tener la vocación, que te guste lo que estás haciendo, tener amor, respeto, comprensión, saber escuchar, disciplina, paciencia, amabilidad, hacia los niños y jóvenes”, dijo.