Se estima que en los últimos diez años la población de Manabí aumentó en más de 140 mil personas, pero esa proyección no toma en cuenta factores recientes como la inmigración.

Sin embargo, mientras la cifra poblacional crece, la disponibilidad de camas en los hospitales disminuye. Así, de 885 camas se bajará a 573.

La norma de la Organización Mundial de la Salud contempla que por cada mil habitantes deben existir cuatro camas hospitalarias. Es decir, Manabí debería contar con 6.248, pero es notorio que ni sumando las de los centros de atención privado, los subcentros y los hospitales del IESS se alcanza esa cantidad.

Las autoridades aducen que las formas de atención han cambiado y que ahora las enfermedades requieren menos tiempo de permanencia en los hospitales. A pesar de ello, la realidad indica que con frecuencia se tiene que derivar a los pacientes a otras casas de salud del país o enviarlos a centros privados, justamente porque no hay camas disponibles.

Manabí requiere mejoras en los servicios de salud. La disponibilidad de camas debería ser una de ellas.