Él vende arroz colorado en la playa de Tarqui. Carlos aprovechó este feriado de Carnaval para trabajar. 

Siempre lo ha hecho en la playa de Los Esteros, pero este año decidió ir hasta Tarqui.

A diferencia del año pasado, el negocio no ha ido bien. Él tiene dos culpables: Un barco que se viró la tarde del domingo, que derramó combustible y aceite en el agua. El otro problema fue la lluvia de ayer, que se mantuvo hasta el mediodía. 

> TEMPERATURA HOY.  Para  hoy no se pronostican lluvias. 

La temperatura será máxima de 31 grados y mínima 24, según el Instituto Nacional de Meteorología.

Elio Pico vende grosellas, mangos y hobos con sal en Tarqui. Para él tampoco ha sido un buen feriado. 

Las ventas han sido pocas.

Que no se haya realizado un evento de concurrencia masiva en Tarqui los afecta. 

“Los  buenos conciertos se los llevaron a la playa El Murciélago y a San Mateo. Tarqui, Los Esteros y Playita Mía nunca son tomadas en cuenta por las autoridades municipales”, dijo el comerciante.

Pico aseguró que la lluvia de ayer también lo perjudicó, porque los turistas llegaron solo en la tarde.

> DINERO.  Fátima Anchundia puso un negocio de venta de comida en la playa de Los Esteros. 

Allí vendía ceviche, pescado apanado, corviches, jugos, agua y hasta espuma carnavalera.

“Toca aprovechar la llegada de turistas. El domingo estuvieron buenas las ventas, pero hoy (ayer) bajaron; la lluvia tuvo mucho que ver”, manifestó.

El comercio en general tuvo un día malo ayer.

En la playa El Murciélago también hubo decenas de comerciantes esperando turistas para hacer su “agosto” en pleno febrero.

La mayoría se quejó de las ventas. 

Las lluvias alejaron a los bañistas. El aguaje también jugó en contra.

En San Mateo, ayer en la tarde en cambio la playa estuvo llena. Un festival musical atrajo a más de 5 mil personas.

A la mayoría de comerciantes les fue bien.

En el Malecón de Manta, las figuras que se colocaron frente al parque Central atrajeron a decenas de visitantes. Todos buscaban tomarse fotos.

Geoconda Suárez llegó el domingo desde Guayaquil.  La mujer contó que vuelve a Manta a los ocho años y se encontró con una ciudad más turística.

Hoy es el último día de este feriado y los comerciantes tirarán toda la “carne en el asador” para lograr obtener ganancias.

El comercio informal en las playas de la zona urbana y rural trabajó de forma normal. Había ceviches de hasta un dólar.