Por desgracia, no se respetan las tablas procesales ni las leyes que invocan. Cuando se leen ciertos fallos salta a la vista que quienes la firman no cayeron en cuenta de lo que hacían.
El Ab. Franklin Izurieta Vásconez, en la página editorial del rotativo El Diario, el 20 de febrero del presente año, con toda razón afirma: “Los abogados merecemos respeto”, y también dice: “Los abogados ecuatorianos y en particular los manabitas hemos visto disminuido nuestro prestigio en los últimos años”. Esto sucede porque muchos jueces, fiscales y notarios actúan por “amiguismo”, por presiones indebidas, y a veces por motivos inconfesables. Frente a estas conductas los órganos de control disimulan iniquidades, y así, la mayoría de los abogados caen (caemos) en desprestigio.
Para corregir falacias, los abogados en libre ejercicio deben (debemos) desterrar todo procedimiento que estimula dádivas. “Tramitón el invisible” siempre está en acción.
Cuando los operadores de justicia en sus fallos y procedimientos se burlan de las tablas procesales y de las leyes que invocan, debemos decirlo con franqueza, corriendo todo riesgo. Invito al Dr. Franklin Izurieta Vásconez a luchar, no solo para que los abogados merezcamos respeto, sino para que honremos la difícil profesión de defender la justicia, ya sea que actuemos en libre ejercicio o como operadores de justicia. Me desconcierto cuando leo el fallo que en la parte resolutiva dice que se revoca la sentencia apelada y a renglón seguido se diga que se dicta sentencia inhibitoria (juicio N. 13302-2013-0092). Eso es una burla a la Ley.
Cuando leí la escritura celebrada el 7 de octubre del 2019 por el señor notario suplente I de Montecristi, me dio escalofríos. No sé cómo el señor notario pudo celebrar esa escritura. El señor delegado del Consejo de la Judicatura de Manabí conoce el caso. Todo se disimula. En el juicio N. 13334-2016-01293 el juez dicta sentencia y declara con lugar la demanda y ordena la inmediata restitución del bien despojado, y al mismo tiempo le concede 30 días de término para que se desocupe el bien. ¿Quién entiende estas falacias?