El 5 de enero es un día especial para nosotros. Estas celebraciones de confraternidad hacen que fortalezcamos nuestra unidad a la que hago referencia, y llegar a nuestros queridos lectores.

En el Día del Periodista Ecuatoriano, hago mención del precursor del periodismo nacional, el Dr. Eugenio de Santa Cruz y Espejo, y a su publicación Primicias de la Cultura de Quito. Sin lugar a dudas, hubo muchos temas que impactaron en la vida republicana y de nuestra historia y que él supo abordar en sus publicaciones.

Esa filosofía es la que heredaron ilustres compañeros y compañeras que son los guerreros de la información y comunicación y que cultivan los verdaderos valores del espíritu y del alma en temas que son de palpitante interés.

Amigo lector, hablemos un poco del periodismo ecuatoriano, que sirvió y sirve de base al desarrollo social, cultural, deportivo y educativo de nuestro país. Espejo se adelantó en el tiempo y encaminó las ciencias del periodismo de la época.

Es justo proponer su reconocimiento y, por ende, compartir y difundir su pensamiento, alimentando la conciencia reivindicadora e independentista de  los ecuatorianos como lo hizo él a través de los medios de la época.

El 5 de enero es una verdadera celebración histórica y gremial. Felicitaciones a cada uno de mis amigos y colegas.

Espejo fue un personaje intenso e interesante, ha sido fuente de admiración de muchos escritores, autores e inspirador de destacadas obras literarias. Prefirió el género del ensayo, quizás porque funde lo literario con lo periodístico, su valor para hacer realidad una de sus más destacadas obras públicas y que son parte de las facetas históricas de nuestro país.

Hay que destacar el aporte permanente de los periodistas al desarrollo de nuestra querida provincia. Es propicio nuestro reencuentro con los colegas de la Confederación Nacional de Periodistas del Ecuador, Federación Nacional de Periodistas, Colegio de Periodistas de Manabí (CNP), Círculo de Periodistas de Manabí.

Con júbilo, en el Día del Periodista Ecuatoriano, digo ¡salud!