Hacerlo directamente, sin tomar en cuenta la opinión de municipios y prefecturas, es  una muestra de irrespeto a las decisiones propias.

En la concesión del puerto de Manta no participaron formalmente ni el Municipio de Manta ni el Gobierno Provincial de Manabí. Podría decirse que lo hizo Autoridad Portuaria, pero no es un organismo autónomo sino que depende del Gobierno.

En las negociaciones para entregar el manejo del aeropuerto de Manta tampoco hay intervención de organismos locales.

La concesión del tramo vial Montecristi-La Cadena es promovida por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, sin considerar el criterio de los municipios por cuyos territorios pasa la vía.

Hay una falta sistemática de consideración a la participación de los entes manabitas en decisiones que podrían afectar a su población. Las obras de infraestructura tienen su influencia sobre la vida de las personas de la localidad y en ocasiones es necesario modificar los planes locales. Todo esto debe responder a una planificación integral y no a manejos desordenados que pueden caotizar la administración de los servicios.