Tras la movilización nacional de once días que dejó pérdidas económicas y humanas, las conversaciones continúan sin que hasta ahora se hable de posibles acuerdos. Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional está a la espera de esos resultados para, según eso, hacer sugerencias para superar la crisis fiscal.

En vista de que el Gobierno dio marcha atrás en la decisión de eliminar los subsidios a los combustibles, se analiza ahora una forma de focalizar tales beneficios, de tal manera que, según la visión oficial, no sean los pobres quienes deban pagar por ellos.

El tema no debe manejarse bajo la óptica populista. Se lo debe analizar y establecer mecanismos concretos de control para evitar que los subsidios vayan a manos de quienes no los necesiten.

Por ahora, las medidas que el Gobierno ha adelantado, entre ellos la de no incrementar el impuesto al valor agregado, la implementación de un esquema de facilitación tributaria para los microempresarios y los incentivos a los exportadores, muestran que existe el interés por ayudar a los llamados sectores pequeños y medianos de la economía.

En buena hora, también, se eliminó el anticipo al impuesto a la renta.

En las condiciones críticas en que se encuentra la economía nacional, es necesario dar un espaldarazo a la producción y flexibilizar las reglas de juego para las nuevas inversiones.