Cuando se pensaba que el empoderamiento sexual femenino había liberado a los hombres de dicha obsesión, las redes dicen lo contrario.

 

Efectos. En internet hay numerosos foros de dudosa procedencia, donde se habla de sus efectos favorables. Desde el año pasado se discute sobre este tema.

Cabe destacar que el procedimiento no tiene nada de agradable.

Consiste en una repetitiva secuencia de movimientos mientras el órgano sexual está en semierección. 

Los seguidores de esta práctica creen que cada estiramiento provoca una pequeña rotura en el tejido. Eso hace que se forme una cicatriz que llenaría el espacio y así el miembro iría ganando milímetros en forma paulatina.

Ante la popularidad del “jelqing”, varios urólogos estadounidenses salieron a hablar del tema y a advertir sobre sus peligros. 

A largo plazo esta práctica, que no tiene base científica, no resulta para nada efectiva y, por el contrario, puede ocasionar una serie de disfunciones eréctiles y urinarias, aseguran los expertos.

“Estos movimientos traumáticos repetidos pueden causar cicatrices, pero también conducen a la enfermedad de Lapeyronie, que puede asociarse con disfunción eréctil y dolor intenso”, dijo el doctor Jamin Brahmbhatt.