Ha perdido peso, se encuentra demacrado y solo por un milagro divino volvería a ser el mismo.

Incluso, en la cirugía emergente a la que fue sometido, los médicos debieron extraer una parte de su masa encefálica.

Aseguran que en caso de no haberlo operarlo, hubiera muerto. 

Pero según doña Edilma, los médicos hicieron el máximo esfuerzo para evitar un desenlace fatal, y esperan que su trabajo se complemente con un milagro.

 

Recuerdo.  Al consultarle a la mamá del accidentado qué pasó el 2 de abril, dijo que Cristian se dirigía a su casa en motocicleta y en la avenida Reales Tamarindos fue embestido por un automóvil gris. Las cámaras de vigilancia mostraron al conductor hablando por celular y golpeando a la motocicleta que iba por su carril.

Cuando los allegados se enteraron, desde la casa localizada en el sector del colegio 12 de Marzo, acudieron al Verdi Cevallos, donde notaron el estado de gravedad de Cristian.

Luego, con el paso de las horas, los galenos dijeron que el estado del paciente era de extrema delicadeza.

Desde entonces los Borrero Macías viven un calvario. Esperan que el dueño del vehículo asuma su responsabilidad y los ayude de alguna forma. 

Están conscientes de que se trató de un accidente, y consideran que lo que debe primar es la solidaridad, dijeron.

Por eso esperan además que la ayuda aparezca de cualquier lado y quienes quieran apoyarlos se comuniquen al 0996312825.

Cristian Borrero estudiaba en el segundo semestre de Ingeniería Química en la Universidad Técnica de Manabí, donde se dirigía la mañana del accidente.