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El hombre que reclama mitad de Facebook alerta del poder de los conglomerados

El estadounidense Paul Ceglia, que reclama la mitad de Facebook en un caso en el que fue acusado de fraude, respira su recién adquirida libertad en Ecuador, país al que huyó de la justicia de EE.UU., y advierte del poder de los conglomerados contra los que individuos como él tienen todas las de perder.

Miércoles 12 Junio 2019 | 15:16

"El mundo debe conocer cuánto poder e influencia están comenzando a tener estos grandes conglomerados sobre el sistema judicial", manifestó en una entrevista con Efe Ceglia, de 45 años y oriundo de Nueva York, tras haber sido excarcelado el martes al rechazar el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, la extradición a su país.
El informático se encontraba detenido en Ecuador desde agosto pasado, cuando fue localizado por las autoridades, pese a haber huido en 2015 de su país.
Lo hizo a raíz del proceso por presunto fraude electrónico y extorsión al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, a quien exigió la mitad del gigante tecnológico por haber colaborado supuestamente en su desarrollo.
Ceglia define al presidente de la red social que se ha hecho planetaria, como un "hombre increíblmente listo" del cual quedó "superimpresionado" allá por 2002, cuando lo contrató como desarrollador para que le ayudara a elaborar un algoritmo "que permitiera la búsqueda de términos no específicos", aunque estuvieran mal deletreados, para su sitio web StreetFax.
En 2010 Celgia interpuso una demanda contra Zuckerberg en la que aseguraba que le correspondía la propiedad del 84 % de Facebook además de una compensación por daños, en virtud de un contrato firmado por ambos y que databa de abril de 2003.
"Tenía un contrato que me permitía el 84 % de la compañía y está absolutamente documentado, fui el primer inversor así como el creador del algoritmo que permitió a ese sitio operar", defiende.
Zuckerberg admitió haber trabajado para Ceglia pero aseguró que Facebook fue una idea completamente suya en la que su contratante no habría tenido ninguna implicación.
En 2012 agentes federales arrestaron al informático neoyorquino bajo los cargos de haber fabricado pruebas en relación con la demanda contra Zuckerberg, y en 2015 las autoridades estadounidenses descubrieron que se había librado del grillete electrónico cuando se encontraba bajo arresto domiciliar y ordenaron su captura, ante la sospecha de que había escapado del país.
Sobre esa última época, Ceglia recuerda que tanto él como su familia, vivían "aterrorizados" por amenazas de muerte anónimas, aunque apunta que referían información e indicios citados en una corte federal y que "parecía ser que alguien realmente sabía algo".
Asegura que eso y un sueño "de lo más increíble y real" en el que el Papa le "había llevado a un bote para subirse a él", le empujaron a adoptar la decisión de dejarlo todo atrás y escapar.
"Me levanté con un coraje que no puedo ni explicar, de creer que algún día sería reivindicado por la corrupción de la que había sido testigo de primera mano y luego me sentí en paz", asegura Ceglia, también de nacionalidad irlandesa y creyente católico.
Sus padres, que residen en California, también fueron amenazados y "cualquier miembro de la familia que me enviara dinero para tratar de ayudarme en mi defensa legal podría ser encarcelado por ayudar a un fugitivo, simplemente por querer ayudar a su hijo".
Junto a su mujer Marie y su hijo pequeño Orión, de un año y nacido en Ecuador, Ceglia denuncia que en su país se le ha negado el derecho a un juicio con jurado en la causa contra la tecnológica e insiste en la autenticidad de la documentación aportada.
"Desde la tinta empleada, el tipo de bolígrafo hasta el papel fueron examinados y cada prueba demostró que ese contrato era auténtico", alega al subrayar que la prueba fue minuciosamente analizada por un reconocido exjefe del servicio de inteligencia.
Sin embargo, lamenta que nunca pudo llegar a litigar el caso ni demostrar siquiera sus argumentos ante un jurado, al verse amedrentado por la defensa de la gran corporación so pena de ser acusado de un delito adicional que implicaba una pena de prisión de 20 años.
"Un individuo ya no es libre por más tiempo para demandar a una gran corporación en EEUU y si resulta que tienes un caso muy válido como el mío te metes en verdaderos problemas", señala.
Y sugiere que las recientes comparecencias de Zuckerberg ante el Congreso de EEUU en relación al uso indebido de datos ponen de manifiesto "los valores de Mark", y que "esa información está siendo empleada para algo más que Facebook". EFE
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