En la lista aparecen también las neveras y, aunque en menor medida, las bombas y los televisores. El consumo de energía de estos últimos tres aparatos dependerá siempre de su tiempo de uso. 

Una nevera, por ejemplo, según explicó Palma, consume en promedio 4 kilovatios (4.000 vatios). El valor varía si la puerta de la nevera se abre a cada momento (consume más).

Gregorio Palma, quien trabaja en la instalación de equipos eléctricos, explica de forma más sencilla que aquellos artefactos que consumen mayor energía son todos aquellos que contienen motor o los que tienen todo tipo de transformadores y bobinas a gran escala. 

Dependiendo del número de amperaje del artefacto, se medirá el consumo en los hogares, agrega.

Manuel Mendoza, del local Electrónica 3D, explica que en los acondicionadores de aire así como en los dispositivos de la tecnología inverter el consumo es más reducido. “La tecnología inverter toma cierta cantidad de corriente de la red, baja su tensión, la convierte y reduce el voltaje”, detalla.

Para Mercedes Intriago el uso de las tecnologías no tiene importancia. Para ella hay una conclusión y es simple: La energía en Manabí es la más cara en relación a la de otras ciudades. Asegura que el último mes pagó $62,50 en consumo eléctrico, pero los familiares que tiene en Cuenca y otras ciudades del país viven en condiciones similares a la suya, pero pagan mucho menos que eso.

Johana García también sostiene que ha existido un incremento en los valores que se cancelan por el servicio. Asegura que pasa todo el día fuera de su hogar y sólo llega a su casa en las noches. Cuando llegó a vivir a Mejía, hace un año, apenas pagaba $10 de consumo, pero en los últimos seis meses ese valor se incrementó a $35.

Recomendaciones. Tener los aparatos conectados también consume energía, por lo que los técnicos recomendaron, en el caso del cargador de los teléfonos celulares, usarlos para reponer la energía de los dispositivos y luego desconectarlos. 

Sobre el uso de los televisores, sugieren que estos equipos estén conectados a un regulador de voltaje para evitar circuitos o desperfectos por bajones de energía. 

Asimismo, el uso de protectores para cuidar de algún daño a las neveras. Algunos también recomendaron las conexiones con descarga a tierra, instalación que protege a los equipos de una sobrecarga eléctrica.