El nuevo alcalde, o alcaldesa, debe ser un ser humano que no esté involucrado en corrupción, con una vida transparente, sin negocios turbios.

Debe ser un hombre o mujer que tenga palabra para cumplir lo que promete. Se requiere una persona que pueda alzar la voz ante la desatención a la ciudad en temas tan importantes como Puerto, Aeropuerto, reconstrucción tras el terremoto, contaminación, etc.

Uno o una que se les pare a los industriales, que les exija plantas de tratamiento internas y que sancione. No hay que votar por los candidatos que responden a los intereses de sus jefes o líderes nacionales de Guayaquil y Quito. 

Amigos, no se dejen engañar, analicen a sus candidatos y comprendan que Manta necesita una persona seria, no gente loca por el poder.

Manta, la ciudad universitaria, meditará el voto. Este domingo 24 hay que elegir, hay que decirles no a quienes quieren ir a recuperar los millones invertidos en campaña.