Indica que las precipitaciones están permitiendo que toda su plantación tenga un color verde y de a poco su maíz comienza a espigar, a diferencia del 2017 y parte del 2018, cuando su plantación se pasmó y no desarrolló.

Recuerda que esos años tuvo una importante pérdida. “Con la bendición de Dios, así como va el invierno, en junio posiblemente estaré cogiendo mi plantación de maíz, ojalá que el tiempo no cambie y que se porte como se está viendo”, dice Zambrano.

Pérdidas. Para Teobaldo Lucas, la cosa es diferente, pues la inundación en el sitio Barquero, también de San Antonio, arrasó con cerca de una cuadra de maíz que había cultivado. Lo que quedó en pie es posible que con el pasar de los días comience a morir, ya que el aumento de agua es malo para esta clase de sembríos, cita.

Asegura que todo iba bien hasta que ocurrió la inundación, la cual afectó varias hectáreas de la zona baja donde había plantaciones de fréjol, maní, achogcha, habas, mientras lo que está cultivado en la zona alta no ha tenido problemas.

Ramón Mera reside en el sitio Bravos Chicos de la misma parroquia, y menciona que “san Pedro” está siendo bondadoso con los campesinos a los que años atrás no les ha ido nada bien con los sembríos, pues la falta de agua hizo que perdieran el dinero invertido.

El técnico productivo Juan Pablo Dueñas sostiene que este invierno ha sido favorable porque tomó de sorpresa a muchos campesinos que aún no contaban con sus semillas, y no habían terminado de trabajar sus terrenos para comenzar con la siembra.

Dueñas dice que es positivo lo que se está suscitando, y espera que esa producción sea acompañada por buenos precios para que fluya la economía.

“Creo que a finales de abril la gente estará cosechando. Es probable que pueda extenderse hasta julio porque algunos agricultores están recién cultivando”, destaca.

El sur. Según Joffre Quimís, concejal de Jipijapa y presidente de la Corporación de Maiceros de Manabí, en la zona sur hay buenas lluvias y poca presencia de plagas.

Quimís calcula que en Jipijapa se ha sembrado aproximadamente 5 mil hectáreas tecnificadas de maíz y por cada hectárea el agricultor estaría ganado entre 700 y 800 dólares si todas cosechan.

Comenta que, en la mayoría de los casos, la siembra inició en enero, por lo que habría choclos a mediados de marzo, mientras que en mayo estarían iniciando la recolección del maíz con un 28 por ciento de humedad.

“Es necesario que no se permita la importación del maíz porque perjudicaría a los agricultores, ya que los precios del producto local bajarían”, destaca.

Mediante un informe del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Manabí, en ocho cantones hay pérdidas de cultivos por las lluvias: Rocafuerte, Bolívar, Portoviejo, San Vicente, Tosagua, Sucre, Chone, mientras que Santa Ana es el más afectado con la pérdida de unas 160 hectáreas de cultivos.

Sandro Vera, director distrital del MAG, indicó que en estos cantones hay unas 640 hectáreas afectadas de manera parcial, y unas 163 afectaciones definitivas, cifra que podría incrementarse ya que hay técnicos levantando información en las zonas afectadas.