Hasta la tarde de ayer las autoridades no habían cuantificado las pérdidas materiales que dejó la eventualidad, que no causó desgracias humanas.

Según los moradores de la zona, la inundación empezó a las 21h30 del martes, cuando las fuertes lluvias provocaron que creciera el caudal de los esteros La Maroma, La Cumbre, Río Plátano y La Segua.

Esto hizo que también aumentara el caudal del río Pucón, el cual se desbordó y causó la inundación.

El nivel del agua empezó a disminuir ayer a las 03h00. 

Silvio Cedeño, habitante de la parroquia, dijo que la inundación “parecía el fin del mundo”. El ciudadano indicó que el nivel del agua llegó a los dos metros de altura en algunos lugares.

A las 10h00 de ayer, José Vélez y su familia todavía evacuaban el lodo que ingresó a su vivienda. El panorama era igual en todas las calles de la parroquia. Los habitantes, con la ayuda de familiares y vecinos, limpiaban sus domicilios.

Los miembros de la familia Salazar Echeverría comentaron que el agua y el lodo ingresaron a su casa y a su almacén. El agua dañó todo a su paso, indicaron.

Rosa y María Zambrano están entre las más afectadas. Ellas vivían en una casa de caña de la que sólo quedan los recuerdos. La vivienda colapsó y todo lo que había dentro se perdió.  

Wilmer Vélez comentó que la inundación provocó la muerte de tres cerdos, además del daño de 600 plantas de cacao.

El centro de salud de la parroquia también fue invadido por el lodo y el agua, que dañó los equipos médicos y electrónicos. 

“En estos momentos el centro de salud está sin funcionar”, dijo una de las personas que trabajan en el área. El destacamento policial también se inundó y en la mañana dos uniformados retiraban el lodo y el agua con escobas.