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Artesanía
La tradición del yeso

Adornos de figuras de animales y alcancías elaboradas con yeso han sido la actividad laboral de Fernando Moreno, de 60 años.

Martes 19 Febrero 2019 | 04:00

 Él adoptó esta actividad como sustento principal de su hogar.  “Esto me ha servido para educar a mis tres hijos que ahora son profesionales, porque antes había mucha más salida de estos productos”, expone este artesano en una entrevista a diario El Universo.  

A pesar de que dice que los artesanos que trabajan con el yeso aún siguen vigentes, con cierta nostalgia reconoce que cada vez son menos. 
En Ambato conoce que con él son unos tres o cuatro, pero que son personas que ya han alcanzado los 60 años. “Es que las nuevas generaciones ya tienen sus profesiones y no quieren seguir con esta tradición artesanal de elaborar los objetos en yeso. En mi caso, mis tres hijos tienen cada quien su actividad profesional y no han seguido con estas artesanías, luego de mis días ahí se terminará todo”, sostiene.
Recordó que anteriormente las figuras hechas con yeso tenían mucha demanda entre la gente, que principalmente en las ferias de los finados de Ambato que se hacían en las calles de la ciudad vendían muy bien, porque incluso con estos productos llegaban artesanos de Quito, Riobamba, Cuenca y Latacunga.
 
Cualquier imagen. Moreno comentó que con el yeso se puede hacer cualquier imagen o figura que se desee, que todo depende del ingenio del artesano para hacer los moldes que permitan sacar en serie los productos que tienen precios muy variados, que van desde los 2 dólares las alcancías, hasta adornos de 5 dólares.
Comentó que en algunas ocasiones lo invitan a ferias, y es allí cuando aprovecha para sacar más figuras para exhibirlas y venderlas. “Así continuaré con esta actividad hasta cuando Dios así lo quiera”, dijo.
Katherine Ulloa, moradora de Ambato, recordó que cuando era niña veía más figuras hechas con yeso y que incluso le gustaba comprar, pero que en la actualidad son pocos los productos que se observan con este material, algo que considera lamentable, porque estas artesanías formaban parte de la tradición de la gente para llevar regalos con el fin de adornar algún espacio de las casas.
Los productos chinos, en parte, han desplazado a estas artesanías. 
 
Restaurar el yeso.  Adriana Solís (37 años) hace más de dos décadas aprendió el arte de restaurar las imágenes de santos y confeccionar toda clase de vestimenta, especialmente para el Niño Dios. “A la gente le gusta vestirlo de todo, de indígena, militar, policía e incluso de chagra con sombrero, poncho y zamarro; lo que el cliente pida se le confecciona”, asevera.
 
Costos. El costo es de acuerdo con la restauración de las imágenes, que van desde los 5, 20 e incluso 50 dólares. 
Comentó que cuando se acerca la época navideña la clientela aumenta en el 100 %, porque es buena la temporada, pues la ciudadanía quiere tener al Niño Dios en buen estado para sus pesebres. 
Recordó que incluso para la confección de la vestimenta hay personas que tienen el gusto de mandarle a confeccionar ropa de diferentes personajes para ponerle al Niño el 24 de diciembre, pero que el precio depende de la tela con la que el cliente desea, ya que hay algunas que cuestan 50 dólares el metro y otras 18.
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