Las altas temperaturas ahora permanentes en nuestra región iniciarán procesos de los cuales no estamos preparados cómo serán los impactos negativos en la agricultura, sector trascendental en Manabí, siendo la provincia con mayor porcentaje de labor agrícola en el país y que parte de este territorio sufrirá mayor estrés hídrico, así como varios tipos de mutaciones en organismos  y especies  polinizadoras relevantes para su  subsistencia.

Pendiente para las nuevas autoridades a nivel mundial y nacional partir de líneas bases con estudios de vulnerabilidades en los territorios, hechos en territorios y no en escritorios, creando sobre ella acciones y políticas “realmente sostenibles”. No siempre la publicidad que se nos vende de buenas prácticas ambientales es real; no pueden ser sostenibles proyectos u acciones de tan corto plazo.

Con eminentes proyecciones de la ONU, donde en el año 2050 el peso de la basura plástica superará el peso de las especies del mar, así como la amenaza del 75 %  de arrecifes que ya están en peligro por la acidificación y contaminación del mar,  siendo estos el hogar de más de 4.000 especies, debemos trabajar para un cambio de cultura real, de cohesión social, donde los gobiernos locales  no hagan  que impere una alta promoción de la riqueza costera, sin tomar en cuenta el alto índice visible de basura plástica aún no gestionada, y con ciudadanos disfrutando de las playas alrededor de estos desechos. 

Con un porcentaje de 200 nacimientos diarios en el mundo, la tasa de deforestación aumentará para suplir los asentamientos humanos donde hemos visto alteradas zonas que deben ser conservadas, no solo por su riqueza ecosistémica, sino por sus propiedades para reducir los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero que conllevan a seguir con afectaciones climáticas extremas que limitan nuestra vida en este planeta.

Manabí no cuenta todavía con información de emisión de gases de efecto invernadero por sectores, ni con estudios base para acciones que logren que este territorio sea resiliente ante los impactos de eventos extremos, siendo este un tema nuevo pero trascendental a nivel mundial, nacional y local, por lo que resulta un reto actual para los nuevos aspirantes a los cargos de autoridades públicas a los que en un voto dejamos nuestra fe.